Comiendo
globos
Lázaro Raúl González, CPI
HERRADURA, diciembre (www.cubanet.org) - Las producciones agrícolas
en Cuba ya no se reportan en quintales, quizás porque alguno de los
funcionarios sesudos del Ministerio se percató del contrasentido que
significan reportes millonarios en todas las cosechas contra la pobre presencia
física de viandas, granos, verduras, frutas y otros productos del agro en
los mercados.
De acuerdo a fuentes oficiales, el pasado año en los huertos y
organopónicos existentes en las ciudades y sus alrededores se produjeron
36 millones 540 mil 112 quintales de hortalizas y condimentos frescos. Por lo
tanto, la decisión de añadir este año 10 mil hectáreas
de terreno a estas producciones debe aumentar las mismas a 40 millones de
quintales.
Esta cifra se ha cumplido sólo al 82,5 por ciento hasta el primero de
octubre, lo que apunta otro tanto en favor de los propósitos de incluir
al pueblo cubano entre los ciudadanos del primer mundo, al duplicar virtualmente
el consumo mínimo de 300 gramos per cápita recomendado por la FAO.
Sin embargo, la realidad de la mayoría de los cubanos en lo que
respecta a saborear, por ejemplo, una buena ensalada producida por la
agricultura sólo es posible a través de la imaginación.
En recorrido por 14 establecimientos que presuntamente deben vender
productos agropecuarios, este periodista pudo confirmar, en la primera quincena
de noviembre, irregularidades que evidencian el fracaso de esa variante
productiva.
Primero, todos los comercios visitados estaban tan mal abastecidos que la
oferta era meramente simbólica. Además, encontrar verduras frescas
es un hecho casual, los productos son manipulados indebidamente, se encuentran
en mal estado o marchitos. Las producciones que abundan son las de baja demanda,
como la acelga y la espinaca; mientras que escasean los solicitados tomates,
pepinos, ajíes o cebollas, por citar algunos.
En este estudio, realizado en la provincia Pinar del Río, se confirmó
además que la única oferta estable es la de lechuga, y que los
precios son bastante moderados si se comparan con otros comercios del mismo
tipo.
Pero en muchos pueblos de la provincia es difícil que sus residentes
ingieran verduras en la cantidad de dos kilogramos diarios por familia, como
expresan los estimados del gobierno, porque no cuentan con áreas para
esas producciones.
Aunque las producciones de la llamada agricultura urbana ya no se reportan
en quintales, todavía los informes oficiales hablan de millones. De
acuerdo a ellos, los cubanos consumimos dos millones 50 mil toneladas métricas
de hortalizas y condimentos frescos.
No obstante, para Hortensia Pí, pinareña, de 40 años,
la realidad es diferente a los reportes de la burocracia. Ella declaró: "Seguiremos
comiendo globos".
En Cuba, para los que no estén al tanto, se le llama globo a las
noticias falsas, a las cifras infladas y a cuanta cosa no sea real.
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