Mesa
redonda, doctrina militar y batalla de ideas
José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad
LA HABANA, diciembre (www.cubanet.org) - A la Mesa Redonda -panel de
periodistas en extremo oficialistas- ahora le ha dado por repetir que "la
doctrina militar de Cuba sólo está diseñada para defender
al país" de una posible agresión extranjera.
¡Increíble! Porque hasta hace poco tiempo las más altas
figuras del régimen se ufanaban de la participación de miles y
miles de soldados cubanos en Africa, principalmente en Angola, donde
intervinieron por más de una década.
Pero, además, debemos recordar que altos oficiales cubanos estuvieron
combatiendo como guerrilleros en países de América Latina, y que
militares de distintos rangos han sido asesores en muchísimos más
lugares del mundo.
¿O es que se pretende que la gente piense que la doctrina militar del régimen
está fuera de la política del Estado? De seguir así, la
Mesa Redonda va a poner en peligro la célebre batalla de ideas del
comandante en jefe, porque con mentiras y desinformaciones no se gana ese tipo
de combate.
¿O será que se están rigiendo por aquello de que "en
la guerra la primera víctima es la verdad? Aunque Goebels, ministro de
propaganda de Hitler, afirmó que una mentira repetida muchas veces se
convierte en verdad, esto ya no funciona mucho, porque los medios de información
se han desarrollado enormemente desde los tiempos hitlerianos a la fecha.
De todas formas, es bueno conocer qué tipo de ideas son las que está
empleando el régimen en esa batalla, la cual según sus portavoces
se está desarrollando hace más de un año. Desde mi punto de
vista ese "combate entre dos fuerzas enemigas" -eso apunta el
diccionario que es "batalla"- sólo se puede ganar tomando la
verdad como escudo, y la dignidad como espada.
Ciertamente, el régimen puede alegar que a los periodistas de la Mesa
Redonda (aunque obedecen ciegamente a quien los contrata) no se les puede tomar
en serio como analistas militares -creo que no son serios en nada- ya que se
tiraron de barriga a favor del Talibán en la guerra que Estados Unidos
libra contra los terroristas parapetados tras el pueblo afgano y, ahora, cuando
la ofensiva estadounidense y de la Alianza del Norte obligó a los
talibanes a correr, correr, correr sin parar y entregarse, los analistas de la
Mesa Redonda se excusan ridículamente con que se rinden y entregan las
ciudades como parte de no sé qué táctica para irse a las
montañas donde desarrollarán la verdadera guerra.
Sin embargo, la derrota de los Talibán era tan evidente desde el
principio que sólo el cumplimiento de una orden puede explicar el enfoque
que los periodistas gubernamentales le dieron y le dan a los acontecimientos en
Afganistán.
Cuando se tiene en las manos los medios de comunicación masiva hay
que tener en cuenta que una cosa es el deseo de que los acontecimientos se
desarrollen como le gustaría al dueño de los medios, y la otra es
la realidad objetiva.
Lamentablemente, los periodistas que aún defienden a ultranza el
comunismo en Cuba y que se involucran en la última ficción de este
grupo político, llamada batalla de ideas, pueden verse obligados a buscar
un "pasaje a lo desconocido" en el futuro inmediato.
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