Caminando en
sentido contrario
Luis Viño Zimerman, UPECI
LA HABANA, abril - Desde el amanecer del 16 de abril comenzó la
movilización para el acto y marcha politicos que se efectuó a las
cinco de la tarde de ese día en 12 y 23, Vedado habanero.
Exactamente a las 11.30 de la mañana se suspendió el servicio
de transporte público en toda la ciudad. Todos los ómnibus urbanos
fueron enviados hacia los puntos de concentración de personas para
trasladarlas hacia 12 y 23. Unicamente dejaron en función a los
metrobuses, o sea los "camellos" (camiones de carga adaptados para
trasladar pasajeros).
Al mediodía paralizaron todos los centros de trabajo para que los
obreros acudieran a la cita política. Sin embargo, miles de ellos en vez
de ir hacia el punto de concentración, ubicado en derredor del edificio
de la otrora droguería Sarrá, se dirigieron hacia las piqueras de
taxis y bicitaxis particulares para irse para sus casas. Los que podían
caminaron hacia sus hogares.
Por los altoparlantes los portavoces gubernamentales rememoraban los
combates de Playa Girón y gritaban: "¡En Cuba hay socialismo y
revolución para 40, 60, 80 años y más!"
Pero, en las piqueras de taxis y bicitaxis se libraba otra gesta.
- ¡Te pago 40 pesos hasta el Cerro! -decían unos.
- ¡Yo te pago 60, mi hermanito... voy pa' Marianao! -exclamaban otros.
- ¡Hasta 80 pesos te doy ahora mismo si me llevas para Boyeros! -se
aventuraba alguno que otro.
Todos querían irse. Era una muchedumbre ansiosa por trasladarse hacia
otros municipios de la capital, a su lugar de residencia, y evadir el acto político.
Uno de los que allí pugnaba por un pasaje, Pedro Miguel Pereira
Almaguer, de 48 años y residente en La Lisa, manifestó: "Girón
es una mierda si se compara con esta batalla de llegar adonde uno vive".
Julio Nazareno Ordóñez, de 59 años y vecino de Santiago
de las Vegas, agregó: "En el campo de batalla de Girón si
tirabas bien salvabas el pellejo, pero en este campo de taxis y bicitaxis el
mejor postor es el que salva su regreso a casa".
Victoriano Pimentel Arredondo, de 56 años y domiciliado en El
Cotorro, declaró: "Cuando Girón en Cuba había muchas
balas para defenderse, pero ahora los pesos están muy jodidos, el salario
de un día no alcanza ni para pagar un bicitaxi".
Esta es la otra cara del acto conmemorativo por el 40 aniversario de Playa
Girón. Es la que no ven los extranjeros ni los periodistas acreditados en
la Isla.
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