Ataques por
miedo a perder el poder / José Antonio Fornaris
José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad
LA HABANA, abril - Los ataques a la oposición pacífica y a la
prensa independiente cubanas son prácticamente constantes en los medios
de comunicación del régimen de Fidel Castro.
Los epítetos de "grupúsculos contrarrevolucionarios"
llueven y se dice que "mueve a risa cuando se aprecia su composición".
Toda esa campaña es contradictoria porque no tiene sentido que un
gobierno se ocupe de manera tan frenética y agresiva de personas u
organizaciones que no tienen la más mínima importancia.
Detrás de todo este aparente desprecio está el temor a la
oposición pacífica porque está en todas partes y la
integran representantes de todas las capas sociales.
Además, el régimen sufre de un permanente desgaste y del
ataque constante de la época, que no tiene nada que ver con el
totalitarismo.
El discurso del comunismo ortodoxo está muerto, nadie con el más
mínimo de sentido común puede creer en él o tenerlo en
cuenta como una posibilidad verdadera de solución a las esperanzas y
expectativas de los seres humanos.
¿Puede alguien que se respete a sí mismo aceptar como buena la
permanencia en el poder de la misma persona y del mismo grupo, por más de
cuarenta y dos años?
¿Qué tiene eso que ver con el mundo actual y los derechos
sociales y políticos innatos de todas las personas?
El régimen de Castro lo sabe. Y sabe perfectamente que la moral cívica
y civilista no le asiste. De ahí su permanente ataque, tratando de
ponerla en la picota pública, contra la oposición pacífica
interna.
Pero nada de eso va a impedir que la democracia llegue a Cuba. Hay cosas que
son totalmente inevitables y ésa es una de ellas. Los cubanos somos parte
también del mundo actual y tenemos raíces plantadas en América.
Nuestra historia y nuestra cultura son similares a las de todos los pueblos de
este hemisferio, el comunismo no tiene nada absolutamente nada que ver con el
pueblo cubano.
Volveremos a formar parte de manera íntegra de América, la
oposición y la prensa independiente están ayudando a que eso se
cumpla. De ahí, quizás, y del temor horrible a perder, nacen los
ataques constantes del gobierno comunista contra esos representantes de la
población cubana.
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