No hay
consideración con los trabajadores de servicios comunales
SANTIAGO DE CUBA, 1 de abril ( Milagros Beatón, APLO) - A los
recogedores de basura en Cuba les llaman "trabajadores de servicios
comunales". Pero, a pesar del sugerente nombrecito, ellos no disponen de
los medios necesarios para proteger su salud.
Los empleados de servicios comunales de la ciudad de Santiago de Cuba
cumplen, o tratan de cumplir, con el trabajo que se les asigna pese a la escasez
que caracteriza todas las actividades y esferas de la vida de los cubanos.
Día tras día estas personas exponen sus cuerpos a miles, quizá
millones, de microorganismos que pueden acabar con la salud y hasta con la vida
de cualquier ser humano.
A los santiagueros dedicados a la recolección de la basura su
empleador, el Estado, no les provee guantes ni botas ni ropa ni otros útiles
que les facilite la realización de esa importante tarea.
"Se les ve barrer las calles con gastados escobillones y calzan zapatos
tan rotos que parecen que andan descalzos", apuntó una mujer, de
profesión ama de casa.
Son escasos los camiones destinados a recoger los desechos. Tampoco son vehículos
diseñados para ejecutar esa función. Generalmente son camiones de
volteo en cuya cama un par de hombres acomodan la basura que otro par de ellos
lanzan desde las aceras o las calles de la ciudad.
En Cuba no se venden bolsas de nylon para echar los desechos como ocurre en
la mayoría de los países civilizados, sino que los desperdicios
son depositados en tachos colectivos situados en las calles y éstos son
los que los recogedores de basura lanzan a la cama de los camiones.
Por tanto, la pareja de hombres que acomodan los desechos en las camas de
los carros pasan horas de labor caminando con sus rotos y poco adecuados zapatos
sobre la inmundicia contaminante. Así, estos trabajadores desafían
la muerte cada día para que nosotros vivamos en condiciones higiénicas
aceptables. Pero, pese a su afán, es insuficiente la voluntad de los
empleados del servicio de comunales para garantizar la higiene necesaria para
conservar la salud humana.
El Estado cubano es el responsable de asegurarle los medios necesarios para
que desempeñen eficientemente su trabajo y la salud de ellos y del pueblo
en general.
Lamentablemente, los funcionarios de Santiago de Cuba se muestran
indiferentes con las deficiencias que aquejan al servicio de comunales y sólo
se limitan a expresar: "No tenemos recursos".
"Si no tienen recursos que le cedan su espacio a los que puedan
solucionar el problema", empiezan a comentar algunos santiagueros.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
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