La rumba de
los "Rumbos" molesta a residentes de la capital cubana
LA HABANA, 30 de agosto (Fara Armenteros, UPECI) - Residentes de la capital
cubana se quejan de la cantidad de decibeles por encima del límite
tolerable para la salud humana que están obligados a escuchar por los
altavoces de los comercios dolarizados "Rumbos", que pasan música
grabada para atraer clientes.
Los establecimientos de la cadena "Rumbos" fueron diseñados
por el gobierno de Fidel Castro para recaudar los dólares estadounidenses
que llegan a la isla principalmente a través de las remesas familiares.
En estos comercios se vende generalmente alimentos ligeros, como pollo y
papas fritas, cigarrillos, bebidas alcohólicas y alguna que otra
quincalla.
La música grabada que se reproduce por los altavoces es tan alta que
muchos habaneros que residen en los alrededores de los "Rumbos" se han
quejado a sus respectivos delegados del Poder Popular en las asambleas de
rendición de cuentas.
Otra de las quejas más frecuentes de los capitalinos es que, además
de alta, la música en los "Rumbos" se mantiene hasta horas
avanzadas de la noche.
Con el pretexto de que a los usuarios les agrada la música, los
administradores de este tipo de comercio, en contubernio con las autoridades
municipales, no escuchan las quejas de la población, y mantienen a máxima
capacidad los altavoces, en contra de lo establecido en las leyes vigentes con
respecto al orden público.
"Este asunto de la música atronadora y casi hasta la madrugada
en el 'Rumbos' de La Palma, en el municipio Arroyo Naranjo, es desesperante para
los que como yo se domicilian en derredor del establecimiento", se quejó
un vecino del lugar.
De la Plaza Roja, ubicada en La Víbora, municipio Diez de Octubre,
también llegan quejas sobre música alta en fiestas populares que
tienen lugar allí con frecuencia.
El exceso de decibeles afecta la salud humana y el entorno.
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