El mal X
azota a residentes de La Lira
Amarilis Cortina Rey, Cuba-Verdad
LA HABANA, agosto - Desde julio un número no precisado de residentes
de La Lira, barriada sita en el municipio habanero de Arroyo Naranjo, ha
padecido y padece de cierta enfermedad no identificada cuyo cuadro clínico
se caracteriza por fiebre, falta de aire, dolores de cabeza y en las
articulaciones, así como ocasional malestar en el estómago y
decaimiento.
¿Qué tipo de enfermedad es esta? Nadie lo sabe, ni siquiera los
médicos de la familia. Una aureola de misterio rodea el asunto. Las
autoridades locales nada informan, por lo que ninguno de los enfermos ha podido
obtener el diagnóstico del mal que lo aqueja.
Y como sucede cuando no se informa debida y oportunamente a la población,
cada quien divulga sus propias conclusiones.
Los hay que aseguran que se trata de "una afección normal de los
meses de verano, a la que se une la falta de higiene, la cantidad de vectores
(moscas, mosquitos, cucarachas, ratas y ratones) que proliferan por la zona y la
suciedad causada por la deficiente recogida de los desechos".
Hay médicos que opinan que el mal lo ocasiona algún tipo de
dengue. "Pero ya está controlado", aclaran rápidamente.
También están los galenos que dicen que se investiga el
problema y que las causas son otras -aunque no dicen cuáles- y afirman
que las medidas adoptadas en la zona es para prevenir enfermedades.
Las medidas en cuestión consisten en que a los enfermos se les
realiza dos análisis de sangre, uno cuando se detecta el mal y el otro a
los diez días.
De acuerdo a fuentes muy confiables que accedieron a cierto nivel de
información, los estudios de laboratorio de las pruebas sanguíneas
no arrojaron resultados alarmantes, por lo que se decidió que a partir de
ahora -para ahorrar reactivos- se efectuarán una sola vez a los seis días
de haber sido detectada la enfermedad.
La zona de La Lira se mantiene bajo vigilancia epidemiológica
constante. Grupos de hombres con motomochilas a la espalda fumigan las viviendas
y manifiestan no saber nada cuando se les pregunta sobre el asunto. Médicos
de la familia - a los que normalmente cuesta mucho trabajo ver- recorren casa
por casa para preguntar si alguien tiene los síntomas. Incluso hay áreas
que son fumigadas dos veces al día.
Una versión no confirmada que circula de boca en boca asegura que el
propio ministro de Salud Pública está a cargo de las operaciones
en la zona, y que el jefe municipal de epidemiología exclamó: "Hay
que fumigar bien porque esto (no se precisa qué es) no es cosa de juego".
No obstante, entre tantas medidas profilácticas resalta el contraste
de las montañas de basura extendidas por el área afectada. Allí
permanecen hace cuatro días. Paradójicamente, se le había
orientado a los residentes de La Lira que limpiaran los patios y solares.
"Teníamos que terminar primero la limpieza en la barriada de Párraga,
allí también hay solares", informaron varios trabajadores de
Servicios Comunales.
Por otra parte, vecinos de La Lira se quejan de al menos un par de salideros
que llevan más de un mes reportados y el gobierno local no ordena que los
reparen.
Los comentarios acerca del mal -al que comienzan a denominar con la letra "X"-
son variados. Por ejemplo, un hombre de 55 años asegura haber perdido 22
libras de peso corporal durante los días que sufrió el mal X.
La cifra de los afectados es controlada, muy controlada por las autoridades,
aunque hay quienes dicen que ha decrecido la cantidad de enfermos. De cualquier
modo, aún hay personas afectadas por el mal en diversas zonas de la Lira.
Esta periodista, que también sufrió el mal X, puede asegurar
que en pocos días afecta todo el organismo humano, produce mucho dolor y
deja secuelas de afecciones estomacales y renales.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
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