Cumpleaños
comunista
José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad
LA HABANA, agosto - El lunes 13 de agosto hubo papas, boniatos y plátanos
en el sitio donde se venden los productos agrícolas de forma racionada, y
al que en Cuba llaman comúnmente "puesto de viandas".
Al mismo tiempo, del supermercado salía un intenso murmullo. Esta
instalación consiste en un gran salón rectangular con pequeños
comercios ubicados en los lados más largos. Allí es donde la gente
compra la escuálida canasta familiar que le asigna el Estado. El 13 de
agosto cerca de cien personas esperaban, hacían fila, para adquirir una
libra de pollo per cápita a través de la libreta de racionamiento.
Desde finales del año 2000 no se veía tanta "abundancia".
En aquella ocasión los productos vendidos a la población era para
que los cubanos esperaran felices el aniversario 42 del triunfo de la "revolución",
cuya efemérides es el primero de enero.
Resulta evidente ahora que la "abundancia" es para que los cubanos
celebren, ¿contentos?, el natalicio del comandante en jefe Fidel Castro,
quien nació un 13 de agosto hace setenta y cinco años.
Por su parte, todos los medios de divulgación de la isla se han
referido profusamente al "importantísimo acontecimiento", y
algunos de ellos llegaron al extremo de afirmar categóricamente que "todos
los cubanos estaban celebrando el cumpleaños de Fidel".
También hubo letreros en un sinfín de lugares deseándole
felicidad al comandante. En una pared del edificio donde resido también
colgaron un cartel relacionado con tan "maravillosa fecha". Tuve que
ir a hablar con la "compañera de vigilancia del Comité de
Defensa de la Revolución" para que retiraran el letrero que estaba sólo
a un par de centímetros de la puerta de mi vivienda. Por suerte, la "compañera"
entendió mi situación y fue trasladado de lugar el cartel alusivo
al cumpleaños del "gran líder", al decir del mismo.
Recientemente, el propio Fidel Castro aseguró que el noventa por
ciento de los cubanos apoyaban la revolución, lo que quiere decir
-teniendo la benevolencia de aceptar como verdad ese dato- que sin ningún
temor a equivocación puede ser virado al revés, o sea que más
de un millón de cubanos en la isla no están de acuerdo con la
permanencia del "gran líder" en el poder.
Si a esa cifra le agregamos la de los cubanos de la diáspora,
entonces tenemos que más de tres millones de compatriotas no están
nada felices con verlo a cargo de la isla y mucho menos con el culto a la
personalidad que sus seguidores han orquestado, por supuesto, con el beneplácito
del favorecido.
Stefan Zweig, el gran escritor austriaco, decía que cuando los
socialistas (los europeos por supuesto) están en el poder dejan de ser
socialistas. Con los comunistas es al revés, cuando están en el
poder son más comunistas.
Se lo adjudican todo, se apoderan de todo, y buscan la forma de suprimir o
demeritar cualquier tipo de estrato democrático. De ahí eso de que
"todo el pueblo celebró el cumpleaños de Fidel".
Un precepto marxista afirma que esa ideología llevada a la práctica,
es decir los comunistas en el poder, tiene como fin prioritario el bienestar
espiritual y material de las personas. Pero, en Cuba, eso es a la inversa. Así
que, verdaderamente, ¿qué podía estar celebrando el pueblo
este 13 de agosto? Este es un país donde el desencanto y la frustración
tienen su trono más elevado, y la cuota de desesperanza y sufrimiento que
se paga a diario en "honor" a los gobernantes es alta en extremo.
Los comunistas sí tienen, evidentemente, motivos para celebrar. Han
quebrado a Cuba, la han convertido en un feudo. Y en este reino caribeño,
su reino, han podido probar que el mal tiene fuerza.
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