Multarán
a escolares que dañen la edificación o el mobiliario de sus
escuelas
LA HABANA, 3 de agosto (Reinaldo Cosano Alén) - Alumnos de las enseñanzas
primaria, secundaria y preuniversitaria que dañen la edificación o
el mobiliario de sus escuelas podrán ser multados hasta con 48 pesos,
cifra equivalente a 2.18 dólares al cambio oficial vigente en Cuba.
Cuarenta y ocho pesos representan en la actualidad casi el 20 por ciento del
salario promedio mensual del trabajador cubano, que según datos
gubernamentales es de 249 pesos.
Sin embargo, el Ministerio de Educación adoptó esta medida
para prevenir que las escuelas sigan deteriorándose. Al mismo tiempo,
esta entidad lleva a cabo un programa nacional de reparación integral de
escuelas.
Pero según especialistas independientes, si se quiere atajar la
destrucción del mobiliario y las edificaciones, el ministerio debería
buscar soluciones más educativas y menos represivas.
Cualquier alumno tendrá que pagar 48 pesos si rompe una
mesa-escritorio, 28 por una silla, 5 por incisiones y rayaduras sobre las
superficies de mesas o sillas y tres por sentarse sobre las mesas. Además,
existe un extenso listado de desafueros escolares que incluye cuotas diversas
por escribir en las paredes, roturas de puertas, ventanas, pizarrón y un
sinnúmero de otros "delitos" que atentan contra las aulas, las
edificaciones y el llamado "normal desarrollo de la educación",
concepto no definido en ningún código.
De acuerdo a investigaciones del Colegio de Pedagogos Independientes de Cuba
la existencia del vandalismo escolar es una realidad de esta época. A
este fenómeno no escapan las escuelas primarias, secundarias,
preuniversitarias ni las tecnológicas, donde jóvenes se preparan
como técnicos en diferentes especialidades.
"Las edificaciones de los centros educacionales que a lo largo del país
muestran las cicatrices de la destrucción conforman un panorama que bien
pudiera titularse 'Escenas después de la guerra'", dijo una fuente
consultada.
Frank Alain Ortega, que aprobó el séptimo grado en la escuela
Rubén Bravo del municipio Habana Vieja, declaró: "Mi escuela
la repararon. Quedó bonita. Las multas son para que aprendamos a
cuidarla. El problema es que cada día tenemos varios turnos sin clases,
sin maestros, cuando estamos solos en las aulas vienen las guerras y entonces
ocurren todos esos destrozos".
El adolescente aportó un dato muy interesante: "Hemos dado hasta
quince horas de clases resumidas en una. ¿Se imagina usted?"
De acuerdo a expertos del Colegio de Pedagogos Independientes de Cuba, el
aspecto que más conspira contra la correcta educación de la
población estudiantil cubana es el pesado fardo de la instrucción
política que día a día reciben los escolares, así
como la falta de instrucción en materia de buenos modales y costumbres.
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