Llover sobre lo mojado
Héctor Maseda, Grupo de Trabajo Decoro
LA HABANA, mayo - El sector azucarero de Cuba informó en días recientes que se cumplió el plan de azúcar del 2000. Sin embargo, varias provincias quedaron por debajo de sus potenciales cañeros, y el gobierno sólo espera lograr una producción próxima
a los 4,2 millones de toneladas del dulce producto.
Los territorios de la Habana, Matanzas y Cienfuegos no cumplieron lo que se esperaba de ellos. Mención especial para Matanzas. Esta provincia se cuenta entre las que mayor aporte económico debe brindar al país en ese sector.
La Atenas de Cuba incumplió en el procesamiento de 30 millones de arrobas de caña por factores climatológicos y organizativos: sequías prolongadas por años, excesivas lluvias en los últimos meses, y bajos rendimientos industriales.
Mal andamos si el aporte económico al país en el sector depende de las bondades de la naturaleza. Ella es caprichosa e impredecible. Pero, ¿de qué nos quejamos? Nos ha dado una tierra bendita, fértil y con muy alta productividad.
La realidad nos demuestra que no utilizamos adecuadamente los recursos de que disponemos. Obviamente, no se aprovechan las capacidades industriales instaladas, existen fallas en el abastecimiento de caña, se requieren formas superiores de organización, donde, entre otras medidas,
debe estimularse materialmente al hombre de acuerdo a su trabajo.
Más de 40 fábricas de azúcar no participaron en esta zafra, de un total de 157 centrales, debido a sus altos costos por tonelada de azúcar producida, y no ha concluido todavía la campaña azucarera 1999-2000, que según estimados oficiales, deberá
ser de unos 4,2 millones de toneladas. Bueno, ¿y qué?
La zafra de 1952-1953 fue de 7,5 millones de toneladas, casi el doble de lo que se espera de ésta. El corte era con machete; el alza, manual. No existía una sola combinada cañera ni las decenas de miles de alzadoras de las que hoy dispone el país. La cosecha se realizó
en unos tres meses, y durante los de mayor rendimiento, con apenas 8,000 tractores y camiones. Se utilizaron cinco veces menos trabajadores en el sector, y fueron consumidas apenas 50,000 toneladas de fertilizante.
En esta zafra, de tan sólo poco más de cuatro millones de toneladas, se emplean aproximadamente mil combinadas cañeras, decenas de miles de tractores y camiones, cientos de miles de toneladas de fertilizante. Lleva alrededor de seis meses de iniciada y aún no
concluye. Y tiene involucrados a millones de trabajadores en diferentes áreas de ese sector. Si a todo lo anterior le sumamos los incrementos de gastos por concepto de petróleo, piezas de repuesto, salarios, ropas, alimentación y medicamentos, tendremos una idea bastante real de
por qué son tan altos los costos de producción en cada tonelada de azúcar producida en la actualidad.
Lo cierto es que vamos por un camino equivocado. Hay que cambiar el modelo económico empleado; respetar las leyes económicas; producir para vender; no para cumplir metas; ser eficientes y justos con el hombre que trabaja.
Seguir insistiendo en lo mismo es actuar contra la lógica y llover sobre lo mojado.
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