La Constitución
José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad
LA HABANA, mayo - La Constitución cubana, la de 1976 y remendada en 1992, dice en una de las partes de su artículo primero que Cuba es una "República unitaria y democrática para el disfrute de la libertad política (...)".
Otro de los artículos expresa que todos los ciudadanos tienen acceso, según méritos y capacidades, a todos los cargos y empleos del Estado. Otro especifica que reciben atención médica en todas las instalaciones hospitalarias, que son atendidos en todos los
restaurantes y demás establecimientos de servicio público y que se domicilian en cualquier zona, sector o barrio de las ciudades y se alojan en cualquier hotel.
Otra de las disposiciones de la Constitución establece que todos los ciudadanos tienen derecho a la educación en todos los tipos y niveles de enseñanza. A su vez, otro artículo de la carta magna socialista dice que el detenido o preso es inviolable en su integridad
personal.
Hay otros artículos de la Constitución que son profanados, pero los mencionados son los más violados. Cuando iba a ser puesta en vigencia la actual Constitución, Fidel Castro dijo -me da pena citar a Fidel Castro, pero qué voy a hacer- que las Constituciones
anteriores se habían caracterizado por ser violadas y que ésta, la actual, se tenía que caracterizar por lo contrario.
La Constitución de 1976, aunque fue concebida como un dogal de hierro para ser puesto en el cuello de la población cubana, es, así y todo, sistemáticamente violada por las autoridades y sus representantes. Si la pobre pudiera gritar cada vez que es violada, en Cuba
nadie pudiera dormir ni de noche ni de día.
El martes 23 de mayo, violentando sus derechos ciudadanos, decenas de disidentes y miembros de la prensa independiente fueron reprimidos o amenazados con represalias de algún tipo por parte de la policía política, el departamento de la Seguridad del Estado (DSE), sólo
porque algunos oponentes de Castro pensaban presentar una demanda en favor de los prisioneros políticos y de conciencia ante la Dirección General de Cárceles y Prisiones.
Tengo la impresión de que los miembros del DSE, aunque actúan cumpliendo órdenes, nunca le han echado ni siquiera un vistazo a la Constitución. En cuanto a la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), me parece, de acuerdo a lo que conozco del actuar de sus
integrantes, que ni siquiera sabe que existe una Constitución.
Los pocos artículos de la Constitución de Cuba que benefician a los ciudadanos son, lógicamente, los violados. Pero al no existir un tribunal de garantías constitucionales, aunque los tribunales son en Cuba una parte destacada del poder totalitario del régimen,
no hay posibilidades, ni siquiera en teoría, de reclamar por la violación de los derechos constitucionales por parte del gobierno y sus cuerpos represivos.
Aunque ella misma expresa que el cumplimiento estricto de la Constitución es deber inexcusable de todos, eso es letra muerta cuando se trata de reclamar derechos que se van fuera de las directrices del gobierno comunista.
Ahora, acaba de ser librada una nueva convocatoria para el ingreso al Ministerio del Interior en sus diferentes líneas de actividad, entre ellas la de la Seguridad del Estado y de la Policía. Eso indica que Cuba se irá sumiendo más cada día en el marasmo de un
Estado policiaco y, lógicamente, habrá menos espacios para los derechos ciudadanos. Y también aumentarán las penurias materiales del hombre común porque, paradójicamente -recordemos- todos los gastos de los cuerpos represivos los pagan los que no tienen
los privilegios de los opresores.
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