Desventuras de una provincia cubana a causa de las tribunas abiertas
CIEGO DE AVILA, 10 de mayo (Juan Carlos González Leyva, FAPDH) - Hostigamiento y cuantiosos gastos ocasiona en esta provincia la llamada "tribuna abierta" por el caso del niño Elián González Brotons. El pasado 29 de abril se llevó a cabo en la Plaza
Abel Santamaría la tribuna abierta correspondiente a Ciego de Avila en lo que algunos califican de "desenfrenada cruzada política de Fidel Castro en toda la isla".
Si bien es cierto que la plaza se llenó con miles de personas, no es menos real que cuatro días antes de la celebración de dicho acto en todos los centros de trabajo de la zona se efectuaron reuniones donde los dirigentes del Partido Comunista de Cuba comunicaron a los
trabajadores que tenían que asistir a la plaza, porque el que no participara "sería visto como un contrarrevolucionario, se le privaría de las primas (plus salarial), las jabas de aseo personal (que son entregadas a manera de estímulo en algunos centros laborales) y
otros beneficios".
Los líderes comunistas locales agregaron: "El que no vaya a la tribuna abierta no recibirá el salario de ese día, se apuntará en su expediente laboral su actitud negativa, y hasta pudiera ser cesanteado por no ser confiable".
El Administrador de la fábrica de mosaicos, situada en la calle Marcial Gómez de esta ciudad, le dijo a los obreros de ese lugar que quien no participara en la tribuna abierta sería convertido en "picadillo".
También los estudiantes fueron víctimas de las coacciones de los funcionarios locales.
En cuanto a la actividad en la plaza Abel Santamaría se caracterizó por las agresivas retóricas en contra de todo el que no coincida o de quienes no concuerden con la política del Partido Comunista y su máximo líder.
En lo referente a gastos, el municipio Baraguá destinó 60 vehículos -entre camiones y ómnibus- los cuales recorrieron más de 60 kilómetros cada uno para transportar personas hacia la tribuna abierta. Este municipio es el más pequeño de
los diez de la provincia.
En otro orden de cosas, la población que a pesar de las amenazas no asistió a la tribuna abierta se vio imposibilitada de movimientos, pues todo el servicio de transporte público fue asignado exclusivamente para viajar hacia la plaza Abel Santamaría. Los demás
viajes fueron anulados en pro de la cruzada por Elián.
Al respecto, un avileño comentó burlescamente: "Ni una mosca se pudo mover fuera del circuito de la plaza".
A los trabajadores del Hospital Docente, situado en Morón, se les hizo firmar un "documento de compromiso" de asistencia a la tribuna abierta, y además se les prohibió mover las banderas a su derecha e izquierda, pues según los dirigentes comunistas "eso
quiere decir que 'no', y aquí todos queremos que sí regrese Elián".
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