El depredador de la economía doméstica
Oswaldo de Céspedes, CPI
LA HABANA, mayo - En la Cuba Socialista mantener una estabilidad económica dentro del hogar ha pasado a ser algo inalcanzable. El alto costo de la vida es el depredador directo del bolsillo del hombre común.
La Cuba Socialista, que a partir de los años 90 se convirtió en un híbrido producto del matrimonio del comunismo con el capitalismo, actúa demoledoramente contra las finanzas familiares. El hombre es el menos beneficiado en este sistema.
Para el cubano, precios y dolor de cabeza es lo mismo, y para cualquier ama de casa pensar en qué cocinar es como padecer de insomnio.
Claro que para algunos éste no es un problema, pues son beneficiados directamente por el "híbrido". Para esos sujetos ni el pésimo servicio de transporte público es una preocupación, porque ruedan lujosos y modernos autos europeos, japoneses y hasta
norteamericanos.
Para que se tenga una mínima idea del costo de la vida en la Cuba Socialista exponemos a continuación algunos ejemplos del enfrentamiento diario de los nacionales contra la subsistencia:
Una libra de jamón no baja de 45 pesos; una de frijoles negros, 7; los colorados, a 10 pesos la libra; el garbanzo, 25, y la de arroz a 3.50 pesos. ¡Ahh! La media salarial en la Cuba Socialista es de 210 pesos por mes, según cifras oficiales.
Si recorremos el ámbito de los productos agrícolas cubanos, tenemos que la libra de malanga vale 3 pesos; la calabaza (que se da silvestre), dos; el llamado plátano burro un peso cada uno -por ende ni soñar con un racimo- y si es plátano macho, 4 pesos la
unidad. Por otra parte, una cabeza de ajo cuesta 2 pesos, un macito de habichuelas o de zanahorias, tiene el valor de 5 pesos, al igual que el de remolacha.
Entre las carnes, la de cerdo y la de carnero compiten a 23 pesos la libra, pero más barata es la de pollo que sólo cuesta 20. Por cierto, 20 pesos es un dólar estadounidense al cambio vigente.
En cuanto a la carne de res: está casi abolida en Cuba.
Para cocinar, según los expertos en el tema, hace falta aceite o manteca. El primero de esos productos el gobierno de Cuba Socialista lo vende al precio de 40 pesos el litro.
En otro orden de cosas, al que se le ocurra comprar flores -ya sea para un ser querido desaparecido o para la esposa, novia o amiga- tiene que disponer, al menos, de 25 pesos para un ramito nada alentador.
Si una pareja no posee vivienda y pretende tener relaciones sexuales, un rato de placer costará mucho más de cien pesos. Y si entre ambos ingieren una botella de ron, de regular calidad, agregarán a la cuenta anterior 60 pesos más. Si les entra hambre, deberán
disponer al menos de 40 pesos adicionales para consumir dos minúsculas cajitas con comida. Lo único barato en lo relativo al amor es la cajita de condones: 3 unidades por 20... centavos. Nada, cosas del socialismo, amor caro pero con garantías para la planificación
familiar y para evitar enfermedades venéreas.
Sirvan estos ejemplos para ilustrar el asunto que nos ocupa, y que el lector pueda calcular la dimensión de la odisea de los cubanos en alguna medida.
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