Humanismo y dignidad
Juan José López, APIC
LA HABANA, marzo - El proceso histórico universal se ha caracterizado por la sucesión de diversos sistemas político-económicos, los cuales han sido denominados de manera que el término clasificador encierre el carácter medular de las relaciones
socio-económicas que le son características a cada uno.
Así se sucedieron los sistemas comunidad primitiva, esclavista, feudalista, capitalista y el socialista (comunista). No nos proponemos explicar las diferencias entre los mismos a través de las relaciones socio-económicas de propiedad, por razones evidentes pues en algún
momento de la vida estudiantil tuvimos referencias al respecto.
Una propuesta amena y novedosa es el análisis del problema a través del concepto ético de la dignidad humana, así podemos agrupar los diferentes sistemas en dos grupos:
1- Personalistas (humanistas, como prefiero calificarlos)
2- Transpersonalistas
Para ilustrar la clasificación escogida podemos decir a grandes rasgos que dignidad es la idea ética que concibe al hombre como fin en sí mismo y por ende ha de vivir para la realización de sus propios valores. Idea común de los sistemas personalistas o
humanistas. En contraposición, para los sistemas transpersonalistas el hombre es un medio para conseguir fines trascendentes.
Entre los sistemas humanistas encontramos los debates capitalistas que alcanzan su mayor expresión en las democracias liberales, quedando dentro de la clasificación transpersonalista: las esclavistas, feudalistas y socialistas.
En cuanto al capitalismo, surgido a partir de la Revolución Industrial inglesa y la Revolución francesa inspirada en el pensamiento liberal marcado por el enciclopedismo europeo, permitió concebir los marcos de la dignidad humana como patrón de análisis del
hombre como fin para alcanzar su propia felicidad.
Es el capitalismo un sistema donde el respeto a la libertad de iniciativa permite a un comerciante obtener libremente licencia para la realización de sus fines sin ser coartada su libertad, siempre que cumpla con la legislación (no vender drogas, violar el fisco, entre otras).
Esta libertad no está encasillada a la economía sino que se extiende a todos los aspectos sociales (educación, salud, etc.).
Esta libertad en el desarrollo humano ha permitido que estos sistemas evolucionen en épocas marcadas por el desarrollo científico-técnico brindando la posibilidad de alcanzar plenitud debido a la posibilidad de consumo que ofrecen la elevada productividad, el acceso a la
cultura universal y el adelanto de las comunicaciones y la transportación (de personas y mercancías). Realidad alcanzada por el capitalismo que en el socialismo es solamente un lema parte de la política de propaganda de éste último.
El transpersonalismo ha ofrecido a la humanidad solamente la reducción del individuo al medio para conseguir fines trascendentes encerrados en el Estado. La realidad más cruda es la practicada por el socialismo, en el cual la colectividad ha de esforzarse por la patria, la revolución,
la medicina, la economía, que nunca satisfacen las necesidades de esa colectividad. Es característico de las sociedades donde se practica el transpersonalismo que la mayoría sea dirigida por un grupo élite (la nueva clase: dirigente), que controla la prensa, la radio
(todos los medios de difusión); los tribunales de justicia administrando su ley a conveniencia y dejando un saldo de violaciones a los derechos ciudadanos.
El Derecho en estos sistemas pasa a ser un instrumento de represión al servicio del grupo dominante, quedando pisoteadas las garantías fundamentales y las libertades básicas, estableciéndose nuevos delitos como la "propaganda enemiga", el "desacato",
la "peligrosidad social". La "clandestinidad de impresos", destinados a coartar los derechos promovidos por la Declaración Universal de Naciones Unidas.
¿Qué justicia es ésta que sanciona a hombres por ejercer su derecho a hablar? ¿Puede entenderse que sea delito la elaboración de ideas sobre economía y política con el fin de ayudar al cambio sistémico para alcanzar una verdadera democracia? Sólo
puede entenderse como delito en un sistema donde el individuo no importa, sólo forma parte de consignas generales.
Qué diferentes y positivos han resultado los sistemas humanistas que promueven el respeto a la Declaración de los Derechos Humanos como marco idóneo del reconocimiento de la dignidad del hombre.
¿Qué queda en el escenario mundial? El virtual triunfo de la dignidad en beneficio de la libertad de iniciativa, el libre mercado y la total derrota del transpersonalismo, que como síntesis histórica deja un saldo de prisión, miseria material y moral, destierros
y fusilamientos. Y lo más común en estos sistemas es que mueren probando poco a poco sorbos de su propio veneno.
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