¿A qué tanto entusiasmo cebollero?
Mario J. Viera González, Cuba Voz
LA HABANA, marzo - Dice el periodismo gubernamental hablando de sí mismo que ellos defienden determinados "principios básicos y éticos irrenunciables en el orden profesional y social", entre los cuales está el de "mantener la objetividad informativa y
el respeto a la verdad".
Claro está, que condicionando este principio a los intereses políticos de los verdaderos dueños del periodismo legal de Cuba, lo que se aclara perfectamente con la siguiente cláusula final: "pero siempre teniendo en cuenta que no es posible ser imparcial entre el
bien y el mal, entre oprimidos y opresores, entre explotados y explotadores".
Por supuesto, el bien presuntamente está del lado del gobierno dueño de todos los medios informativos del país. Los "oprimidos" son todos aquellos que no vivan bajo el comunismo. Y los "explotados" son todos los trabajadores que laboran en empresas
privadas, aunque ganen tremendos salarios, no se les imponga la realización de "trabajos voluntarios" y gocen del derecho a la huelga que ni en sueños pueden ejercer los obreros cubanos.
Admítase la no imparcialidad de los periodistas gubernamentales cuando tienen que defender las opiniones y posiciones políticas de sus empleadores, y con ello se sacrifique en mucho al ideal de la nunca plenamente alcanzada objetividad. Pero esta licencia no puede serles aceptada
cuando se trata de informaciones que por criterio no tiene que ser políticas. En este conjunto caben las noticias de muy variados temas. Uno de ellos, el de los resultados productivos en la industria o en la agricultura: ¿o son también estos temas políticos?
La información aparecida recientemente en Granma sobre la cosecha espirituana de la cebolla es periodísticamente coja. Faltan detalles, y el lector se queda con una impresión errónea. Se dice que para la cosecha 1999-2000 se sembraron en Sancti Spíritus cerca
de 60 caballerías de cebolla considerada una cantidad mayor que la que antes se había plantado. Se dice también que en la zona de Banao ya se inició la cosecha de la tan solicitada liliácea, y que los especialistas "pronostican la obtención de más
de 100 mil quintales en toda la provincia", y más adelante se asegura que "se espera un rendimiento de 3 mil 400 quintales por caballería todavía muy lejano de las potencialidades de esta producción". Tres mil 400 quintales por caballería es
equivalente a unas once toneladas por hectárea.
Ahora bien, el pronóstico de los especialistas es una producción de cebollas en Sancti Spíritus de 100 mil quintales en alrededor de 60 caballerías lo que representará un rendimiento en el entorno de los mil 700 quintales por caballería o, lo que es lo
mismo, seis toneladas por hectárea. Realmente una cifra que no debe inspirar mucho entusiasmo, y aquí es donde la "objetividad" del reportero gubernamental se va a la porra.
Remitiéndose al libro "Fundamentos de la horticultura cubana", del búlgaro Guenko Guenkov, se verá que los rendimientos promedios para el país en las diferentes variedades de cebollas se sitúan por encima del pronosticado de seis toneladas por hectárea.
Dice Guenkov: "El rendimiento promedio para el país es el siguiente: de la variedad Red Creole (la cebolla roja de sazonar) 10 toneladas por hectárea; Texas Early Grano (la cebolla de ensaladas) 13-14 toneladas; Granex F-1 Hybrid 15 toneladas". Y agrega el autor que estos
rendimientos pueden superarse considerablemente con buenas prácticas de cultivo, y a continuación recomienda: "No hemos de perseguir solamente un rendimiento alto, hay que tener en cuenta la calidad de la producción, sobre todo su capacidad para ser conservada mayor tiempo".
Por otra parte, la aspiración de alcanzar los 3 mil 400 quintales por caballería que se dice "todavía muy lejano" es una ya con respetables años encima. En el "Instructivo Técnico del Cultivo de la Cebolla", de octubre de 1983, que elaboró
la Dirección Nacional de Cultivos Varios del Ministerio de la Agricultura, se encuentra reflejado el sueño no logrado del rendimiento óptimo para la cebolla en Cuba.
El Instructivo señalado cierra con esta afirmación: "Teniendo en cuenta los recursos y aseguramientos disponibles para el cultivo (de la cebolla) y sus potenciales productivos nos planteamos alcanzar 3 mil 500 quintales por caballería como mínimo nacionalmente".
¡Cómo mínimo 3 mil 500 quintales por caballería en 1983! Y ahora, en el 2000, un periodista mal informado y desinformador se queda sin preguntarle a los "especialistas" que por qué tanto entusiasmo con un rendimiento "pronosticado" de sólo
mil 700 quintales por caballería. ¡Como siempre, mucho ruido y... pocas cebollas!
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material informativo, siempre que se le reconozca como fuente.
|