Los niños cubanos sueñan con unas vacaciones a lo Elián González
LAS TUNAS, 26 de julio (José Luis García Paneque, Agencia Libertad) - Mientras el célebre niño balsero Elián González está de vacaciones y dispone de transporte cómodo y seguro para sus paseos al Jardín Botánico, a Expo-Cuba,
al Zoológico, al Acuarium Nacional, playas, hoteles y, sobre todo, mucha publicidad gubernamental. Mientras ese niño cubano disfruta de unas paradisíacas vacaciones en Cuba, se hospeda en una lujosa mansión gubernamental, ve videos, se baña en la piscina, juega
con aparatos electrónicos, monta bicicleta y tiene todo lo que un niño de su edad es capaz de soñar. Mientras Elián goza de esos "beneficios", inocentemente, una niña de Las Tunas corre distinta suerte.
Ella no es una excepción, sino que lo mismo ocurre con numerosos menores de edad en nuestro país. Su nombre es Alba Riverón y también quiere disfrutar de unas buenas vacaciones.
Pero Alba tiene que conformarse con algún viejo juguete heredado de sus primos o jugar con sus amiguitas del barrio a manos limpias y con mucha imaginación. Quizás en su inocencia hasta llegue a disfrutar los paseos a pie hasta el centro de la ciudad para, luego de una
larga fila y una espera ilimitada, tomarse un helado de pésima calidad.
El padre de esa niña, Héctor Riverón, no puede proporcionarle unas vacaciones decorosas. Juguetes, dulces, galleticas caramelos y refrescos, de la mejor calidad, sólo se venden en dólares. Ese es un lujo que el hombre no puede darle a la pequeña porque
tiene que sostener a toda la familia.
De los hoteles ni hablar, pues solamente están al alcance de los turistas extranjeros y de algunos funcionarios del gobierno.
Si Héctor quiere que su familia pase un día en la playa tiene que, por la madrugada y si tiene el dinero, abordar un camión e ir en condiciones de hacinamiento hasta las playas de Puerto Padre. Allí no puede consumir nada, ya que todo lo poco que se expende para los
ciudadanos de a pie es de malísima calidad, y los buenos productos se venden a elevados precios en dólares estadounidenses. Para regresar, extenuados y con extrema frustración, tendrán que hacerlo en el mismo camión, en las mismas condiciones de hacinamiento.
Aquí muchos niños se quedan cada año soñando con disfrutar unas vacaciones como las que el régimen de La Habana le está proporcionando a Elián González, y que sólo pueden ver en la pantalla de los noticieros gubernamentales.
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