Abriendo las tribunas abiertas
Germán Castro, Cuba Press
LA HABANA, febrero - Se diría que en la tragedia de Elián González, el niño de Cárdenas retenido en Miami, no todo es tragedia. Muchos, a ambos lados del Estrecho de la Florida, se benefician de lo ocurrido; unos, para atacar a la Revolución; otros, para
defenderla y contraatacar. Rebumbio denominado GUERRA IDEOLOGICA, pero que no es más que una guerra política cualquiera, tan sucia como todas, entre una mala ideología y sus opositores, con ventaja para los que en la isla se apoyan en el internacionalmente reconocido derecho de
la patria potestad. Aquí, el Partido manipula los hilos y convierte (a través del padre y las abuelas del niño) un hecho simple de derecho familiar en un conflicto de increíble complejidad. Esto se evidencia especialmente en las llamadas TRIBUNAS ABIERTAS, que son
interrumpidas sólo por las MESAS REDONDAS que, "redondas" al fin, giran sobre el mismo tema desde hace unos tres meses con una insistencia que, por fuerza, da ya algunos frutos, si bien vanos, cuando no cargados de veneno.
En cuanto a las TRIBUNAS, diré que son eso, TRIBUNAS, en la acepción de "plataforma elevada, púlpito, etc., desde donde se lee o perora", según el VOX ILUSTRADO DE LA LENGUA ESPAÑOLA, de Gili Gaya, utilizadas en este caso -previo pretexto de exigir la
devolución del niño- para objetivos más ambiciosos. Entre otros:
- Reconstruir para el mundo la imagen de la Revolución a partir de su capacidad movilizativa.
- Zurcir la maltrecha ideología, particularmente agujereada en el sector infantil y juvenil.
- Remarcar el diferendo Cuba-Estados Unidos, al estilo del peor Hollywood, en BUENOS Y MALOS, donde los BUENOS (dignos, heroicos, patrióticos, honestos...) están todos de un solo lado, el del gobierno de la isla; y los MALOS (inescrupulosos, viciosos, apátridas,
anticubanos...) se hallan en el otro bando, el de Miami, etiqueteados con el sellito de "mafiosos".
- Estimular el odio hacia Estados Unidos y, particularmente, a las agrupaciones políticas del exilio, simbolizadas en la Fundación Cubano Americana. Y
- Distraer la atención.
Así que las susodichas TRIBUNAS ABIERTAS, están abiertas, sí, pero con "invitación" extendida únicamente a aquello que aporte algo al logro de esos propósitos. Es decir, al punto de vista oficial. Lo demás es brutalmente excluido.
Entretanto, la parte del pueblo que no tiene escapatoria (entiéndase: vídeos, los proscriptos direct-TV o antenas parabólicas), que es la mayoría, intenta encontrar un sentido diferente en este maratón político, y acentúa, por ejemplo, el lado artístico,
donde participan numerosos aficionados, en especial niños, cuyo talento sale a la luz gracias a la desgracia de Elián. Y no es raro escuchar por estos días, como si se comentase la telenovela de turno, conversaciones como ésta:
"¿Viste la Tribuna de ayer?"
"Un poco, sí".
"¿Viste al niño de 5 años?"
"Vola'o. Hasta Fidel se quedó con la boca abierta. ¡Qué discurso!"
"Con esto se están descubriendo talentos"
"Los niños están vola'os. Actúan volaísimos"... y la palabra ACTUAN queda en el aire como una clave.
Para resumir: en Cuba lo "abierto" suele estar tan "cerrado", que de estas TRIBUNAS no se pueden extraer más que dudas o, en última instancia, eso: ACTORES, amén, por supuesto, de los beneficios políticos apuntados. De seguir así como se
proponen, incluso después de que se solucione el caso de Elián, Cuba puede llegar a establecerse como el mayor "teatro" del mundo, en cuyo escenario se representa la más monumental y patética de las FARSAS.
Porque estas TRIBUNAS ABIERTAS son tribunas, eso nadie lo discute; pero, ¿abiertas?
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