Existimos
Ornán Díaz (El Viboreño), Cuba Voz
LA HABANA, febrero - Casi todos los domingos me llega por manos amigas el periódico (sería mejor decir proyecto de periódico) "Tribuna de La Habana", un periodiquito que realmente me gusta leer (es que a veces somos un poco crueles con nosotros mismos), pues no
tiene muchas páginas y sí algunos artículos que pueden ser de interés. Entre éstos, los del periodista dependiente titulado (con título universitario) Angel Rodríguez Alvarez. Es muy importante tener un título de algo, aunque no se sepa nada de
lo que se está haciendo. En Cuba es fácil hacerse universitario y llegar al final de los estudios, pero una cosa es graduarse de algo y otra es ser un verdadero profesional.
Con cierta pena, hace unos días leí un artículo titulado "Vale todo" (por cierto plagiado de una telenovela brasileña transmitida por la televisión cubana) bajo la firma del periodista titulado. Y digo que lo leí con pena porque me gusta como
escribe Angel. Ahora arremetió contra los (según él mismo dice) autotitulados periodistas independientes, a los que él denomina "especímenes tarifados", "farsantes por partida doble", "que no son periodistas y mucho menos independientes".
A veces es mejor parecer y no ser, que ser y no parecer.
Por diferentes razones no pude hacer un comentario sobre el artículo de Rodríguez Alvarez en fecha más temprana, pero una opinión siempre tiene inmediatez. No creo que para expresar una idea, un mensaje u opinar libremente haya que tener un título
universitario. Cientos andan por ahí con un luminoso título universitario sin saber decir ni tan siquiera lo que piensan. Angel Rodríguez no creo que sea de ésos. Su proceder se justifica por esa enfermedad que muchos padecen de "síndrome de indefensión"
y el miedo terrible de tener que enfrentar una realidad que los aplasta y que ya ni ellos pueden soportar.
Algo positivo hay en el artículo de Rodríguez Alvarez, ese "prestigioso mensajero de la verdad", y es que reconoce que existen los periodistas independientes y que Tribuna de La Habana los reconoce, aún cuando los presente de manera infame. Este ataque contra los
periodistas independientes acaso es una forma de celos, porque los independientes pueden decir lo que quieren y los prestigiosos no.
De todos modos hay que darle las gracias, porque, aunque no lo quieran, reconocen que existimos. Sin embargo, hay más que decirle al bueno de Angelito: si tienes el techo de vidrio, ¿cómo te atreves a tirar piedras al ajeno? Nos acusas de no tomar posiciones comprometedoras en
el caso de Elián, de no decir nada al respecto del balserito. Pero, ¿dijiste tú algo, aunque cupiera en una sola línea, cuando el hundimiento del remolcador "13 de Marzo", donde murieron más de una decena de niños? No recuerdo haber leído nada
tuyo en contra de aquel horrendo crimen. Callaste. ¿Y sabes por qué? Porque eres un periodista dependiente y asalariado, y tú no puedes tener criterio propio. Y, lo que es peor, tú sabes todo esto, pero te falta valor. ¿Ya ves en la porquería que estás?
Pero ya no te puedes salir de ella. Sigue pues, aplaudiendo esa cretinada de que en Miami una monja violó el secreto de confesión. Tal vez tú desde niño ya fueras ateo y no sabes nada sobre este tema. Pero eres de los que critican lo que no conocen y de los que
aplaudieron a ese actor dramático que irrespetuosamente increpó al Papa y le quiso dar pautas a seguir en el caso del balserito. ¿No te da vergüenza tratar un asunto que tiene ya visas de bronca solariega, de gente que se empeña en demostrar todo lo ignorantes que son?
Entre tanto tú, periodista dependiente, con un luminoso título que de nada te sirve, no puedes exponer tus ideas, sino dejarte guiar por la línea que te trazó tu omnisciente y omnipotente partido.
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