El horror de estar preso en Cuba
Informe desde la Prisión Provincial de Guantánamo
Regina del Sol
LA HABANA, 17 de febrero - De acuerdo a informe manuscrito por preso político recibido en la Coordinadora Nacional de Presos y Ex Presos Políticos (CNPEPP) el día 12 del presente mes, se da a conocer la precaria situación que se vive en ese penal.
Como dato preliminar, la población allí es de aproximadamente 4 mil 60 presos entre comunes y políticos. El director del penal es el Mayor Jorge Chediac Pérez, del Ministerio del Interior.
Es frecuente la autoagresión de los reclusos, que frecuentemente se inyectan heces fecales y se derriten nylon en las piernas y las cortan con cuchillas.
Las autoridades no dan a conocer las rebajas de sanción ni dan respuesta a las proposiciones de libertad condicional.
El campamento A-500, contiguo a la prisión donde se encuentra la fuente de esta información, tiene un reeducador para 500 presos de diferentes delitos; según las normas propias debe haber un reeducador por 80 - 100 reclusos, de lo cual se infiere que no es efectivo el
trabajo de los mismos. Desde hace seis meses no hay estabilidad en la permanencia de un médico que atienda a la población penal.
Sólo hay cinco médicos en la Prisión Provincial y no cuentan con ningún medio de trasporte para trasladar los casos graves al Hospital Provincial, que está situado a 2 kilómetros de la ciudad. Tampoco hay medicamentos antidiarreicos, no se les
suministra vitaminas a los reclusos como complemento a la deficiente alimentación que consiste en sólo 70 gramos, por lo cual abundan la desnutrición y los pesos corporales muy por debajo del correspondiente.
El Tribunal Civil atiende los cambios de medidas, según Decreto Ley 175, sin embargo el Tribunal Militar no concede ese derecho.
En el campamento A-500 hay más de 45 reclusos durmiendo en el piso, por carencia de cama, colchón o tablones (para las literas). Hay más de 40 presos casi sin ropa, sólo poseen una muda y no tienen zapatos.
La falta de higiene prima en las Compañias, no hay iluminación, existen focos de mosquitos, el agua de beber está contaminada, lo que ocasiona frecuentes brotes diarreicos agudos, tos seca, fiebres, dolores de cabeza y otras afecciones. No hay atención médica
sistemática. La visita del médico se produce cada 15 o 20 días.
También es frecuente entre los reclusos el intercambio de pastillas estupefacientes y de marihuana por comida, lo que aumenta la drogadicción provocando en los presos consumidores alucinaciones, decaimiento e inflamación y enrojecimiento de los ojos. Los más adictos
son los reclusos comunes de altas condenas.
El juego de dados, con apuestas de artículos de aseo personal, es caracteristica de los presos y causa de frecuentes reyertas.
Las visitas de los familiares es cada 21 días y, en vez del período establecido de dos horas, sólo dan una hora de visita. La atención a los reclusos y familiares es los miércoles y el reeducador, Primer Teniente Félix Rodríguez no conoce a los
presos a su cargo: ni nombres ni apellidos ni donde se encuentran. Los Oficiales de Control Penal, Primer Teniente José Hernández y el Segundo Sub Oficial Randel Irribar, acumulan un atraso de tres meses en las respuestas a "rebaja de sanción" y a "propuestas de
libertad condicional".
Agrega el informe que el prisionero político Juan Carlos Herrera Acosta presenta problemas de la vista por carencia de vitaminas. Los reclusos Alexander Soloy Zamora y Andrés Solar Valerino, con condenas de 3 y 5 años, respectivamente, por una causa de "salida ilegal
del país", no son visitados por persona alguna y carecen de ropa, artículos de aseo personal y de lo más elemental para enfrentar las condiciones imperantes en ese lugar.
En el informe, dirigido a la señora Aida Valdés Santana -presidenta de la CNPEPP- el prisionero político que lo envió le solicita que con carácter urgente efectúe un llamado para brindar ayuda a los más necesitados, principalmente antibióticos
como nitrofurazona, clobetazol, tetraciclina; también vendas elásticas, ropa de trabajo, alimentos, zapatos así como algún apoyo económico que le permita a su esposa trasladarse a Guantánamo, pues ella vive en La Habana y él esta confinado en la
provincia más distante de la capital.
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