Muere un preso por negligencia de las autoridades carcelarias
LA HABANA, 17 de febrero (Oswaldo de Céspedes, CPI) - La tardanza en un diagnóstico de fiebre tifoidea causó la muerte del recluso Edelmiro López Cruz el pasado 12 de febrero, dijo Lorenzo del Toro Ramos, delegado del Partido Pro-Derechos Humanos de Cuba (PPDHC).
López Cruz, de 36 años, falleció en el Hospital "León Cuervo Rubio", de la provincia Pinar del Río, adonde lo trasladaron desde la Prisión Sandino, en la cual cumplía una condena de tres años y seis meses de cárcel, por el "delito"
de sacrificio de ganado mayor luego que diera muerte a un caballo de su propiedad.
El muerto, un Licenciado en Cultura Física residente en "El Corojo" -pueblo del municipio pinareño San Luis- era casado y padre de tres menores, además ya había extinguido un año y diez meses de su condena.
La última visita reglamentaria de López Cruz fue el 6 de enero, y ese día le dijo a sus familiares que hacía once días estaba padeciendo de fiebre de hasta 41 grados centígrados para cuyo mal sólo le habían dado algunas aspirinas y no le
habían practicado ninguna investigación ni clínica ni de laboratorio.
El día 8 lo trasladaron para el hospital de Sandino y con posterioridad lo remitieron al centro hospitalario, donde encontró la muerte en la sala de penados sin ni siquiera recibir la visita de sus familiares a causa de una disposición del oficial Danilo Lobán, quien
finalmente accedió a una corta visita de una hija de López Cruz, llamada Kirenia López, que tres días después de ver a su padre tuvo que ser ingresada también con fiebre tifoidea.
"Ante esta situación -refiere la fuente- la familia alarmada acudió al hospital donde permanecía ingresado el recluso informando sobre el diagnóstico de la hija de éste, y preocupados porque fuera la transmisión de una enfermedad infecto-contagiosa
la causa de la gravedad del preso".
Finalmente se corroboró el diagnóstico de fiebre tifoidea, pero ya con un sangramiento rectal por el cual López Cruz hubo de ser intervenido quirúrgicamente en ocho ocasiones.
El diagnóstico definitivo de este caso se efectuó en el Hospital Abel Santamaría, donde el prisionero fue trasladado porque sus familiares "resolvieron" un transporte particular ya que no hay medios para trasladar pacientes en el centro asistencial donde estaba
hospitalizado López Cruz.
El traslado se hizo bajo la vigilancia de los carceleros, y llevando al enfermo esposado a pesar del deplorable y grave estado en que ya se encontraba Edelmiro López Cruz.
Los familiares responsabilizan de esta muerte a la Dirección Nacional de Cárceles y Prisiones del Ministerio del Interior.
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