Constante vigilancia contra pueblos cautivos
LA HABANA, 16 de febrero (Héctor Maseda, Grupo de Trabajo Decoro) - Roberto de Miranda, presidente del independiente Colegio de Pedagogos de Cuba informó al Grupo de Trabajo Decoro que las familias de origen campesino residentes forzados de los pueblos cautivos "López
Peña", "Briones Montoto" y "Sandino", son constantemente vigilados, controlados y amenazados por los distintos operativos de la policía política que frecuentemente se les acercan, de acuerdo a una denuncia de la señora Judith Gómez, miembro
del Colegio de Pedagogos en San Carlos, Pinar del Río.
Los desterrados dentro de su propio país, a pesar de las presiones a que son sometidos, crearon un grupo de apoyo campesino que envía alimentos y medicinas a muchos disidentes y presos de conciencia, víctimas de la administración Castro.
Algunos miembros de las familias concentradas en los pueblos cautivos en 1960 fueron colaboradores activos de la guerrilla antigubernamental en el Escambray, y prestaron su ayuda suministrando medicinas, alimentos, ropas, zapatos, y sirvieron como prácticos de aquellos grupos armados
opositores.
Por esas razones, los jefes de núcleo de estas familias que no fueron encarcelados, fueron citados a una reunión el 15 de diciembre de 1971 en Santa Clara. Allí les informaron que todo el que había colaborado con los "alzados" era también uno de
ellos, y que serían trasladados a la fuerza para la provincia pinareña como indeseables. También les dijeron que sólo podrían moverse de aquel lugar con pasos otorgados por el Departamento de Seguridad del Estado. Se les prohibía, además, regresar a
sus lugares de origen.
Ese mismo día los montaron en un tren custodiado por militares y fueron enviados a sus nuevos destinos. En 1973, y luego de construir las viviendas en que residirían, les fueron confiscadas las propiedades y tierras que poseían en el Escambray, y el resto de sus familiares
fueron enviados a los pueblos cautivos.
Estas familias cubanas, sometidas desde hace 27 años a un régimen de destierro y supervivencia elemental, continúan su resistencia contra el régimen político que aún hoy, a tres décadas de aquellos sucesos, los mantiene reprimidos con igual saña
y desprecio.
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