Habrá Salón de la Fama del béisbol en Cuba
LA HABANA, 15 de febrero (Reinaldo Cosano Alén) - La propuesta de crear un Salón de la Fama del Béisbol en Cuba para rendir perpetuo homenaje a las glorias del deporte nacional gana adeptos. Incluso hay proyectos arquitectónicos y de factibilidad, aunque no hay
presupuesto.
El Estadio Latinoamericano, o del Cerro, magnífica obra arquitectónica del reciente pasado pre-revolucionario, que por su belleza y funcionalidad ha sido oficialmente declarado Monumento Nacional, pudiera acoger este Salón de la Fama.
En el Latinoamericano existe desde antaño una placa de bronce con la nómina de las estrellas de la pelota, aunque no incluye la promoción beisbolera de las últimas cuatro décadas. Exactamente las que cuenta el castrismo en el poder.
Pero el Memorial pudiera estar instalado en el otro Monumento Nacional del deporte cubano: el estadio del Palmar de Junco, en la ciudad de Matanzas, lugar en que en 1874 por primera vez se jugó pelota oficialmente.
O uno pudiera ser réplica del otro: dos Salones de la Fama gemelos.
Incluso, ¿por qué no incluir otros deportes en que nuestro país ha logrado destacada participación en el patio y en la arena internacional?
En el Recordatorio de las excelencias del béisbol del proyectado Salón cubano de la Fama deberían estar presentes todos los campeones, vivos o muertos y, sobre todo, sin ropaje político, sin manipulación política. Baste ser campeón. Baste que le
haya dado brillo al deporte en nuestro país. Sólo así sería un Salón de la Fama auténtico. Porque la historia ha demostrado que el verdadero genio, en cualquier esfera de la actividad humana, trasciende siempre el instante político en que vivieron.
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