Maltratan a choferes tuneros
LAS TUNAS, 8 de febrero (Berta Mexidor, Agencia Libertad) - Los choferes de camiones de alquiler de esta provincia de Las Tunas se encuentran disgustados por el maltrato que reciben de las autoridades del transporte en el territorio.
Los transportistas son quienes llevan el mayor peso en la prestación de este servicio a los habitantes de esta región. "Las medidas represivas y los engaños son cosas de todos los días", expresó un chofer que pidió mantener su nombre en el
anonimato. Otro camionero dijo: "Nadie nos presta atención".
Una inspección técnica a la que nombran "somaton" deben realizar cada seis meses, a un costo de 13 pesos. De no asistir, se les multa con mil pesos en moneda nacional. Semanalmente deben acudir a otra inspección, que no se exige al transporte estatal.
Por cada viaje que realizan, y por el parqueo en las estaciones terminales, le cobran 8.20 pesos; la licencia operativa cuesta 500 pesos por cada año de servicio; no tienen libertad para viajar al lugar que ellos deseen: el Estado les impone una ruta, y al desviarse de ella, le multan con
altas sumas de dinero. Para hacer alguna gestión con su familia, trasladar pertenencias o realizar algún viaje a la playa, deben pedir permiso a las autoridades encargadas del control de sus actividades. Constantemente los amenazan con el decomiso de sus carros.
Las prohibiciones son numerosas. Un equipo de inspectores se encarga de reprimirlos diariamente. El Estado no les garantiza ningún tipo de recursos: el combustible y los lubricantes deben comprarlos a riesgo de ser sancionados. Los inspectores conocen la procedencia dudosa de los mismos,
pero lo que les interesa es que trabajen.
En el municipio Amancio Rodríguez, al sur de la capital tunera, seis camiones de la década del 40 y del 50 prestan el servicio de transporte a más del 85% de los viajeros del lugar. A pesar de los años que tienen los camiones, éstos son más efectivos y
seguros que los estatales.
En Colombia, otro municipio de la misma provincia, a un chofer se le retiró la licencia operativa por cobrar 20 centavos por encima del precio del pasaje. A pesar de los malos tratos, las autoridades tuneras más de una vez han intentado organizar a los choferes en un sindicato,
pero han recibido un rechazo masivo por parte de éstos.
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