Por primera vez
Lucas Garve, CPI
LA HABANA, febrero - Una teleserie de factura nacional está marcando un hito en la opinión de los telespectadores. La emisión de la serie cubana "La otra cara", del martes primero de febrero, sirvió de marco para la conclusión de la historia amorosa
del mecánico con la pintora. Nada nuevo, Ud. pensará.
Pero el asunto se pone sabroso, porque al machista del mecánico embarrado de grasa, la pintora lo deja plantado por... una mujer.
Por primera vez en la TV cubana un producto nacional se atreve a tocar el tema de la homosexualidad, así sea con un marcado acento de "Crimen y castigo", porque la pintora lesbiana fallece inmediatamente después de decidir su situación sentimental y abandonar al
macho arrepentido que la golpeó con saña al verse relegado.
Parece que, como buenos mojigatos, los productores no pudieron darse el lujo de dejar con vida al personaje. La TV, en especial los seriados dramáticos, goza de una teleaudiencia enorme.
Mas para el consenso del punto de vista machista, un personaje como ése no podía quedar con vida. Cuestión de Sodoma y Gomorra, pecados capitales en el socialismo cubano.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Hay muchas personas cuya selección sexual se inclinó por su propio sexo con un destino muy diferente al del caso de la emisión del martes pasado.
Claro está que se debe tener en cuenta el veto de la censura oficial, pues de faltar ésta, quizás el destino de la pintora lesbiana hubiera sido diferente.
En Cuba, hoy mismo, el criterio público sobre el homosexualismo en general ha cambiado positivamente hacia la aceptación tolerante y, en muchos casos, hacia la admiración o el reconocimiento de aquéllos que obtienen éxito en cualquier aspecto en su vida.
Pero ya eso es harina de otro costal: ser reflejado dicho criterio en una emisión de TV. Hace falta libertad de expresión para lograr esto.
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