Disidentes cubanos refutan petición fiscal
LA HABANA, 7 de febrero (Oswaldo de Céspedes, CPI) - Una conferencia de prensa, efectuada en la tarde de hoy a instancia de los directivos de la agrupación Tamarindo 34 Derechos Humanos, tuvo lugar en la vivienda de Migdalia Rosado Hernández.
El principal objeto de la actividad fue ripostar públicamente las falsas acusaciones que la fiscal Edelmira Pedriz hace contra Rosado Hernández, directiva de esa agrupación disidente, que será enjuiciada por el supuesto delito de desorden público en la causa 18
del 2000.
Rosado Hernández, que enfrentara una petición fiscal de dos años de cárcel y mil 500 pesos de multa, durante el día recibió a más de 40 compatriotas que se personaron en su casa para brindarle apoyo moral en vísperas de un juicio del que
seguramente saldrá encarcelada.
En la rueda de prensa los directivos de Tamarindo 34 Derechos Humanos dieron a conocer los pormenores del acto de desobediencia civil efectuado el 22 de febrero de 1999, en las afueras de un hospital capitalino donde Migdalia Rosado y Oscar Elías Biscet, el otro disidente acusado en esa
causa, levantaron carteles cuyos textos se expresaban en contra del aborto y de la pena de muerte.
En la conferencia de prensa de Tamarindo 34 estuvieron presentes reporteros de las agencias extranjeras CNN y BBC, así como de las independientes CPI y Cuba Voz.
Allí, Tamarindo 34 Derechos Humanos denunció los atropellos que el régimen de Fidel Castro comete contra sus opositores y la parcialidad del sistema judicial de Cuba. Como ejemplo de lo antedicho se expuso el caso del periodista pinareño Víctor Rolando Arroyo
Carmona, que recientemente fue condenado a seis meses de prisión por repartirle juguetes a los niños más pobres de su localidad el pasado 6 de enero, Día de los Reyes Magos.
Analistas jurídicos vaticinaron a la CPI que tanto Migdalia Rosado como Biscet correrán la misma suerte que el periodista Arroyo: encarcelamiento.
Por su parte, Rosado expresó enfáticamente: Quizás mañana tenga que cumplir una arbitraria condena, pero pueden estar seguros que los días 7 de cada mes, donde quiera y en cualquier condición que yo me encuentre, continuaré realizando el ayuno
exigiéndole al régimen comunista de Fidel Castro el respeto de los derechos humanos y la liberación de los presos políticos y de conciencia.
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