El Partido Liberal Democrático en el 2000
Entrevista a su presidente, Osvaldo Alfonso Valdés
LA HABANA, febrero (Claudia Márquez Linares, Grupo de Trabajo Decoro) -
CML: ¿Cuál es la perspectiva de trabajo de su organización para el año 2000?
OAV: Para el año 2000 tenemos varios objetivos. Claro, que en nuestras circunstancias y de acuerdo a nuestras características no elaboramos planes. Tenemos un programa en nuestro partido y trabajamos para lograr esos objetivos. Nuestra gran meta es lograr con el esfuerzo
mancomunado de otras organizaciones que Cuba llegue a ser un estado democrático liberal, donde se respeten los derechos humanos, donde exista pluripartidismo, elecciones libres y todos los atributos de una auténtica democracia. Nosotros, como opositores pacíficos, promovemos una
transición gradual, que no conlleve desastres ni sufrimientos mayores de los que ha tenido nuestro pueblo. Pensamos en el futuro y queremos que la democracia funcione y que existan partidos políticos que agrupen a los ciudadanos que se identifiquen con las diferentes corrientes políticas.
Esos partidos tienen que ir creándose desde ahora. A nosotros nos corresponde ir forjando y ampliando nuestro partido. Esa es una de las tareas inmediatas. Pretendemos acercarnos a aquellas organizaciones que de alguna manera se identifiquen con nuestro proyecto y con el liberalismo. Otro de
nuestros objetivos está en continuar y profundizar relaciones con partidos liberales de América Latina y del mundo. Fortalecer nuestras relaciones dentro de la Internacional Liberal. Es conocido que las autoridades me han impedido representar al PLDC en varios encuentros de la IL a los
que hemos sido invitados. Continuaremos nuestro esfuerzo con la ayuda de amigos liberales para que en algún momento sea posible.
CML: Háblenos un poco de la labor conjunta de su organización dentro de la Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada, así como de su línea a seguir después de cuatro meses de haber presentado al Consejo de Estado la Plataforma Común y de
recibir el silencio por respuesta.
OAV: Estamos fuertemente comprometidos a seguir trabajando en el marco de la Mesa de Reflexión. Creemos que la conformación de la Mesa y la redacción de la Plataforma Común es un logro sin precedentes dentro de la oposición política cubana. Ya se han
cumplido cuatro meses desde que fue presentada al Consejo de Estado la Plataforma Común y el gobierno no ha dado ninguna señal. Por supuesto que conociendo la naturaleza del régimen esto no ha sido una gran sorpresa. Pero tampoco pensamos que eso implique un fracaso. Para
nosotros es sumamente importante e incluso decisivo que ésta se conozca cada vez en mayores círculos de la sociedad cubana. Y en esa dirección continuaremos trabajando. Pienso que si los estudiantes, los intelectuales, los militantes del Partido Comunista en la base conocen esta
propuesta, eso sería un mentís a la propaganda del gobierno en contra de la oposición y demostraría que sí hay una salida a la situación actual del país. Aunque las autoridades traten de ocultarlo, es evidente que el actual modelo social, aún
con las tímidas reformas, es inviable e insostenible. Nuestro pueblo tiene necesidades y carencias inmediatas que ese modelo es incapaz de satisfacer. Y están también las libertades a las que los cubanos tienen derecho y que la sociedad actual no las ofrece. A través de
las Mesas de Debate será la vía por la cual iremos conectándonos con la sociedad y difundiendo la Plataforma Común.
CML: ¿Cree posible en Cuba una transición negociable entre la oposición y el gobierno?
OAV: Estoy seguro de que actualmente el gobierno carece de voluntad para ello, pero no hay ninguna razón metafísica que haga imposible esto. Pienso que si se tiene en cuenta que Cuba no continuara siendo la excepción totalitaria en este continente y una de las que quedan en
el mundo, éste es el camino mejor para transitar a la democracia.
CML: Con relación a la comunidad internacional, ¿qué considera más beneficioso, el aislamiento o el acercamiento al gobierno cubano?
OAV: La cuestión no es acercamiento o alejamiento al gobierno. Hay que ver el asunto desde un punto de vista más amplio. El aislamiento ha demostrado que no ha dado resultado para derrocar al gobierno, tampoco ha propiciado apertura política. El acercamiento no pretende
derrocarlo pero tampoco legitimarlo. Si este acercamiento no sólo implica al gobierno, sino también a la sociedad cubana y dentro de ella a la sociedad civil independiente, sí creo que es el mejor camino. Si aumentan los vínculos de la sociedad cubana con el mundo democrático
creo que eso influiría a favor de un ambiente más abierto al interior del país. Claro que la postura de quienes se acerquen al gobierno debe ser tanto constructiva como crítica dejando bien claro que son partidarios de la democracia y de que no se está de acuerdo
con la situación actual. Yo no creo que el gobierno tenga mucha capacidad de legitimarse.
CML: ¿Cree que la línea política o ideológica que profesa su organización tiene las mejores soluciones para el futuro de Cuba?
OAV: Sí lo creemos, aunque eso no implica que no seamos capaces de entender que otros creen lo mismo y que tienen soluciones que aportar. Nuestro trabajo en la Mesa de Reflexión demuestra esta postura nuestra.
CML: ¿Qué piensa del diferendo EU-Cuba?
OAV: Que no es el problema fundamental en el caso cubano. El diferendo cubano entre el gobierno y el pueblo es el fundamental. Si hay una normalización de las relaciones Cuba-USA estaríamos satisfechos, pero pienso que el gobierno cubano no puede exigir unilateralmente que Estados
Unidos cambie su postura a cambio de nada.
CML: ¿Qué opina como presidente de su organización del caso Elián González?
OAV: En principio te puedo decir que nuestra organización hasta este momento no ha hecho ninguna declaración referente a este asunto. Pienso que detrás de todo esto hay una gran manipulación política por parte del gobierno cubano. Si, como afirman las
autoridades de Estados Unidos, al padre se le dio la posibilidad de viajar a Miami a resolver esa situación, creo que eso es lo que debió haber sucedido y todo se habría resuelto. Por supuesto que no dudamos de la patria potestad del padre de Elián. Ahora bien, cabría
preguntarse si realmente hay sinceridad por parte de quienes la han organizado. Si no hubiera ocurrido el naufragio y el niño con su madre hubieran llegado a Miami como tantos otros, ¿estaría su pupitre guardado como una pieza museable? ¿Lo lloraría tanto su maestra? ¿Podemos
estar seguros de que el padre ignoraba que se llevarían a su hijo? ¿Es cierto que la madre se fue engañada? ¿Están siendo sinceros los familiares? Mi experiencia y la de muchos cubanos nos dice que no podemos creer en las respuestas que a estas preguntas se han dado
oficialmente. Yo me pregunto, ¿y el derecho a la patria potestad del oficial de la Fuerza Aérea Cubana Orestes Lorenzo, que tuvo que venir clandestinamente a llevarse a sus hijos porque les impedían salir? ¿Y el de tantos otros? Ahora se habla de que sólo los padres
tienen derecho a decidir la educación de sus hijos, ¿esto se ha cumplido en Cuba? Pregúntesele a los padres cristianos cubanos, que han tenido que aceptar en silencio que a sus hijos se les diga en la escuela que la religión es el opio de los pueblos. Se dice que la
Universidad es para los revolucionarios. ¿Acaso los cubanos que no lo son no tienen derecho a que sus hijos que tampoco lo son sean profesionales? Tampoco hay otra Universidad. Por eso creo que detrás de todo esto hay mucha hipocresía. De cualquier manera, pienso que este asunto
habría tenido solución sin tanta politiquería.
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