Cuique suum (A cada cual lo suyo)
Carmenluisa Pinto Pereira, Grupo de Trabajo Decoro
LA HABANA, febrero - El Consejo de Estado cubano concedió la Medalla de la Amistad al brasileño Frei Betto el pasado 21 de enero, en la sede del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), que según dieron a conocer, fue el organismo proponente, recibiéndola
de manos del vice presidente Carlos Lage, como reconocimiento a su tan conocida posición en defensa de la revolución y rechazo al embargo.
Personalidades relevantes del gobierno y la cultura adscriptas al régimen se encontraban presentes en el acto, en el que hizo uso de la palabra el presidente del Instituto, Sergio Corrieri, quien exaltó la personalidad del condecorado, calificándolo de "hermano de Cuba",
por ser quien "nos ayudó a entendernos mejor entre nosotros mismos, al derrumbar barreras de prejuicios con su libro Fidel y la Religión".
Aunque estamos acostumbrados a los ditirambos que luego se convierten en bombos mutuos -cuique suum- en esta ocasión la tuerca se pasó de rosca, pues esa calificación montó al invitado en el ascensor hasta la jerarquía histórico-docente de Félix
Varela, que sí nos enseñó a pensar. Dando la impresión, entonces, de que habíamos quedado en una Torre de Babel hasta la llegada de este señor con ritmo de samba, para mejor-entendernos y derribar prejuicios que sólo podían ser solubles en su "best
seller".
Cuando hace algo más de una década el socialismo mundial se sumió en una crisis existencial que dejó a las izquierdas en una depresión que apuntaba hacia la muerte definitiva e inevitable, este sacerdote, que hizo del púlpito una tribuna proselitista de
esas izquierdas, salió a las arenas ensayísticas desmenuzando el descalabro del socialismo alemán y los retos para América Latina, lanzándole una valoración a boca de jarro a su amigo Fidel, que fue esa piedra angularmente excluyente entre socialismo y
libertad que pensé, por lo atrevida y lúcida, que traería un enfriamiento en las relaciones con el presidente cubano, convirtiéndolo en un nuevo excomulgado.
Sin embargo, el carioca, en el Congreso de Juristas, hizo gala de filiación, lo que después repitió en el acto de condecoración cual predicador cesareano adjudicándose el homenaje, que significó un incremento en los renglones de existencia, dentro del
inventario de las pingües ganancias que le ha reportado Cuba.
Mientras tanto, para mí, sigue siendo un controvertido ejemplar de la razón humana. De esos cuyo Dios no está en mi cielo. El suyo rige la galaxia de los condenados y utiliza como ministros a los de verbo fácil, para que convoquen, como en encantamiento de serpientes,
a los pobres incautos en la tierra del Fausto.
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