CUBANET ...INDEPENDIENTE

3 de febrero, 2000



Hablo, luego soy libre

Manuel Vázquez Portal, Grupo de Trabajo Decoro

Para la libertad sangro, lucho, pervivo - Miguel Hernández

LA HABANA, febrero - Soy libre cuando pienso y cuando digo. Soy libre cuando elijo. Soy libre cuando satisfago mis necesidades. Soy libre cuando permito que los otros piensen, digan, elijan, cubran sus necesidades. Soy libre cuando no temo que los demás sean libres.

La libertad es total o no lo es. No tiene otro nombre que libertad. La libertad nace cuando nadie es su padre o su dueño. Cuando nadie la encarrila por estrecha línea. Cuando ningún discurso se torna dogma. Cuando toda palabra es respetada y debatible. Cuando lo sagrado es sólo la libertad. Cuando todos respetan la ajena y defienden la propia.

Los que temen al riesgo de que los demás sean libres tienen almas de tirano. Los que en nombre de la libertad la norman, la esquematizan, la distribuyen, la categorizan como arcaicos patriarcas, reyes de antaño, no son héroes, son feroces depredadores devorando las entrañas mismas de las naciones.

Es candoroso cuando no cobarde pensar que se es libre donde no sea permitido equivocarse. Elegir el pensamiento, la palabra, la acción es un derecho que, por muy azaroso, incierto, que resulte, pertenece al individuo. Permitir que cada individuo corra el riesgo de los errores o aciertos que le corresponden a su elección es darle paso a la libertad. Establecer como única verdad, como única opción, aquello que a nivel individual hemos elegido, es clausurar caminos, cercenar alas, esclavizar espíritus, matar la libertad.

Para que un pueblo sea libre es imprescindible que cada individuo lo sea. Si la palabra de alguien es verdad inapelable ese pueblo no es libre. Si la palabra de alguien es desoída, coartada, reprimida, castigada, ese pueblo no es libre. Sólo son libres los pueblos donde el pensamiento y su expresión honran al individuo. Los pueblos que piensan o hablan a escondidas crean individuos hipócritas que no merecen ser respetados. Los que por miedo o conveniencia callan su pensamiento merecen al sátrapa que los silencia. Que no se llamen libres aquellos que aceptan verdades impuestas por no arriesgarse a enarbolar la suya. Que no se llamen libres los que admiten que otra libertad relegue o aplaste la de su pensamiento. Que no se llamen libres los incapaces de elegir. La elección supone renuncia y peligro. Ese albur engrandece la individualidad, ennoblece la sociedad.

Una sociedad noble es aquélla que tolera la existencia de todas las verdades y todas las elecciones. Lo que nos parezca errado no tenemos por qué aceptarlo ni por qué eliminarlo, sólo debemos aprender a convivir con ello. La multiplicidad del universo es lo que verifica su unicidad. Aprendamos del universo donde conviven todas las variedades sin que sufra o se rompa su armonía. No es más bondadoso quien cree, en nombre de la armonía, que debe alcanzarse la homogeneidad. En la conquista de heterogeneidad armónica radica la verdadera bondad. Y la libertad requiere de esa bondad.

En la libertad es que el individuo puede mostrar su apego a la bondad o la maldad porque tiene la posibilidad de elegir. Cuando a una comunidad se le conduce, como a manso ganado, por un sendero único, aprende las ventajas de seguir el cencerro, el cinismo solapa el pensamiento y la actitud, y entonces no logramos diferenciar.

El individuo se manifiesta plenamente sólo cuando es libre. Logramos conocerlo sólo cuando es libre. El intolerante no llega a conocer a los demás. En su narcisismo autocrático asimila solamente a quienes lo toman como paradigma, acatan sus verdades y piropean sus aciertos. Esos son los dictadores y no llegan nunca a conocer sus pueblos. Pueblos que los sirven pero se burlan, pueblos que los sirven pero los traicionan, pueblos que los aplauden pero no los aman.

Se alcanzarán pueblos sinceros cuando desaparezcan quienes les prohiban elegir. Se alcanzarán pueblos bondadosos cuando desaparezcan quienes les prohiban expresarse. Tendremos pueblos libres cuando desaparezcan los que prohiben las verdades ajenas. La libertad no tiene dueños y admite todas las libertades. La libertad es justa cuando todos gozan de ella. Y ésa es la única justicia verdadera. Para que impere la justicia ha de imperar primero la libertad. Así las leyes nacerán de la convocatoria de todos y del acatamiento de todos. Las leyes más respetables surgirán de los pueblos más libres, aquéllos en que nadie esconda su pensamiento ni acalle su palabra, aquéllos en que elegir no sea un crimen, aquéllos en que no se abomine la satisfacción de las necesidades del cuerpo y del alma.

El universo le ha sido concedido al individuo para que en él se realice y le sea otorgado por su actuación el premio o el castigo. Que nadie se pinte redentor. Que el individuo sea su propio redentor.



CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material informativo, siempre que se le reconozca como fuente.


[ TITULARES ] [ CENTRO ]

SECCIONES

NOTICIAS
...Prensa Independiente
...Prensa Internacional
...Prensa Gubernamental

OTROS IDIOMAS
...Inglés
...Alemán
...Francés

SOCIEDAD CIVIL
...Introducción
...Cooperativas Agrícolas
...Movimiento Sindical
...Bibliotecas
...MLC
...Fraternidad de Ciegos
...Seguidores de Cristo
...Estudios Sociales
...Ayuno

DEL LECTOR
...Cartas
...Debate
...Opinión

BUSQUEDAS
...Archivos
...Búsquedas
...Documentos
...Enlaces

CULTURA
...Artes Plásticas
...Fotos de Cuba
...Anillas de Tabaco

CUBANET
...Semanario
...Quiénes Somos
...Informe 1998
...Correo Electrónico


CubaNet News, Inc.
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887