Aunque usted no lo crea... Cuba es un Estado de Derecho
Mario J. Viera González, Cuba Voz
LA HABANA, febrero - Sí, amigo lector, usted debe estar anonadado con esta afirmación pero, por favor, no crea que soy yo quien lo dice. El viernes 21 de enero se clausuró en Cuba un congreso, uno de tantos que se organizan en este país. En esta ocasión: el
de los juristas. Y Granma, ese tan gubernamental periódico que llena sus páginas de consignas y tan diestro es en el arte de la desinformación, al reseñar el acto nos regaló el magistral párrafo que a continuación reproduzco.
"Los delegados e invitados al V Congreso de los Juristas reiteraron en la sesión de clausura su compromiso de seguir avanzando en la construcción de la sociedad socialista y en la interpretación y cumplimiento de las leyes de nuestro Estado de Derecho..."
El V Congreso del Partido Comunista (PCC) aprobó una tesis suya titulada "El Partido de la unidad, la democracia y los derechos humanos que defendemos", cuya refutación le costara el encarcelamiento a Vladimiro Roca, Marta Beatriz Roque, René Gómez Manzano y
Félix Bonne Carcasés, que posee el mismo toque de broma (broma de mal gusto) que esta declaración del congreso de los juristas. Buena trilogía ésta: la Cuba del comunismo monopartidista e intolerante es, por estos malabares lingüísticos, un país
de democracia, derechos humanos y Estado de Derecho.
Pero el compromiso -fíjese bien, compromiso- de seguir avanzando en la construcción del socialismo que han asumido los juristas -se incluyen entre ellos jueces, fiscales y abogados-, es ya una rotunda negación del fundamento de un Estado de Derecho: las garantías
procesales. Mal pueden estar aseguradas éstas para quien no quiera que se construya el socialismo sino una sociedad democrática y de respeto a los derechos individuales cuando llevados ante un tribunal por sus posiciones disidentes, como les ocurriera a los cuatro antes citados y a
tantos otros, tenga ante sí a jueces comprometidos en "seguir avanzando en la construcción de la sociedad socialista" y tenga a su lado -es un decir- a un abogado que sea también un adversario político suyo.
Los comprometidos juristas dice el Granma que "ratificaron su irrestricto apoyo (...) a la Ley de reafirmación de la dignidad y soberanía cubanas y a otras leyes relacionadas con la protección de la independencia nacional y la economía de Cuba", entiéndase
entre éstas ese adefesio jurídico que es la Ley 88 (Ley Mordaza), ley que establece sanciones de hasta 20 años de privación de libertad a quienes desarrollen un periodismo que no sea del agrado gubernamental. Aquí es clara la incongruencia, porque se dice "nuestro
Estado de Derecho" y se niega el derecho de libertad de prensa, que es la piedra angular del Estado de Derecho.
Pero, bueno, si Cuba -como dicen y declaran nuestros brillantes juristas del comunismo- es un Estado de Derecho, entonces Montesquieu era un tonto de marca mayor con toda aquella sandez de la división de los poderes del Estado y unos ignorantes todos los constitucionalistas, que desde el
1776 hasta la fecha han existido, con sus tesis de la limitación de los poderes públicos y la sujeción de éstos al imperio de la ley y las declaraciones de derechos.
En las palabras de clausura del congreso de juristas, ofrecidas nada menos que por José Ramón Machado Ventura, una de las figuras más destacadas de la línea dura, el miembro del Buró Político del PCC "reiteró la confianza de la dirección
del país -acotó el Granma- en los trabajadores y profesionales" del sector jurídico. Pues, hombre, no faltaba más.
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