Una mentira
más
Víctor Rolando Arroyo, UPECI
PINAR DEL RIO, diciembre - La afirmación de que cada cubano como
promedio consume 68 gramos de proteína puede considerarse como una burla
al pueblo cubano, que hace más de 40 años padece una crisis
alimentaria sin precedentes en su historia.
Lo expresado por el diputado Osvaldo Martínez patentiza la intención
del régimen cubano de dar una imagen edulcorada de la realidad nacional.
Una simple ojeada a la tarjeta de racionamiento de los residentes en la
Ciudad de Pinar del Río pondría en un grave aprieto al
parlamentario de marras.
En lo que va de año se ofertó a los pobladores de la Isla 109
gramos de proteína, al consumir éstos 600 gramos de masa cárnica
de pollo.
Los huevos consumidos por cada habitante en este período de tiempo
suman 88, lo cual aporta 616 gramos de proteína a la dieta de los
locales.
La masa cárnica, que en el año apenas alcanzó 4
kilogramos por habitante, suministró alrededor de 652 gramos de proteína,
mientras que el pescado enlatado, que se vendió en cuatro ocasiones,
adicionó a la dieta 68 gramos de proteína más.
Por tanto, en esta provincia, el total anual es de mil 445 gramos/proteína
por persona.
La tarjeta de racionamiento evidencia que desde la semana número 33,
que corresponde al mes de agosto, esta población no recibe ni siquiera la
mezcla de carne y soja que aquí llaman "masa extendida", y
desde inicios de noviembre tampoco recibe huevos.
La cifra de gramos/proteína por habitante consumida en esta región
del país representa el 6 por ciento de la demanda mínima que
requiere un ser humano.
Sería conveniente preguntarle al señor diputado cómo un
pinareño pudiera suplir ese déficit alimentario si los productos
esenciales se venden en dólares, moneda a la que sólo un 40 por
ciento de la población posee en cantidades insuficientes y sólo
como resultado de remesas enviadas por familiares residentes en el extranjero.
Tal vez el señor diputado confundió sus datos y adjudicó
al consumo de la población los kilogramos de carne de res, aves, mariscos
y productos lácteos que consumen los turistas y visitantes extranjeros.
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