No hay
remedio para el dolor
Milagros Beatón, APLO
SANTIAGO DE CUBA, diciembre - En todas las farmacias de Santiago de Cuba hay
escasez de medicamentos, y los enfermos, agobiados por el sufrimiento y la
incertidumbre, no creen en la eficacia del Sistema de Salud cubano.
La falta de esos productos necesarios es alarmante. Debido a la falta de
medicinas las dolencias se prolongan, en muchos casos se agravan y hasta
resultan fatales.
Escasea desde un analgésico para aliviar un dolor hasta un antibiótico
para combatir una infección que pudiera causar la muerte. Los enfermos y
sus familiares van de un lado a otro desesperados, en busca de solución y
expresan continuamente su inconformidad en contra de las medidas adoptadas por
el gobierno en cuanto a la regulación de los fármacos, las cuales
agravan la crisis.
En muchas ocasiones hay que adquirir los medicamentos comprándoselos
a vendedores ambulantes que los venden a altos precios.
El pueblo sufre y comenta sobre su desgracia en voz baja, por miedo a la
represión. Los funcionarios comunistas saben que el Sistema de Salud Pública
se encuentra en una crisis, pero se empeñan en seguir con la apariencia
de que "Cuba es una potencia médica", para justificar su
estancia en el poder.
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