Se mella la
inocencia de los niños cubanos
Milagros Beatón, APLO
SANTIAGO DE CUBA, diciembre - Mientras personas de buena fe se disponían
a celebrar el Día de los Derechos Humanos en diferentes partes del mundo,
el gobierno de Cuba trató de desviar la atención de esa efemérides
con la realización el 10 de diciembre del Día de la Defensa
Nacional.
Con el fin de enfrentar a un supuesto enemigo, por todo el país se
llevaron a cabo actividades de índole político-militar. Pero lo más
dramático del asunto es que hasta los niños de la enseñanza
primaria fueron implicados en la operación gubernamental. Los menores de
edad, en vez de recibir una educación para la tolerancia, fueron
entrenados en marcha militar, dispararon con escopetas de perles, los hicieron
gritar consignas guerreristas y, por si fuera poco, recibieron "información"
sobre la defensa nacional.
Defenderse es correcto, pero adiestrar a niños para la guerra no es
un asunto apropiado para nuestros infantes porque se les viola su derecho a la
inocencia en esa etapa tan maravillosa de la vida.
Las autoridades cubanas, en vez de instruir a los menores en materia de
derechos humanos los priva de esos conocimientos porque, en el fondo, teme que
esos principios universales le causen la pérdida del poder.
El domingo 10 de diciembre se le violó a muchos niños cubanos
su derecho al descanso, al esparcimiento, al juego, a las actividades
recreativas propias de su edad, al amor. Así, simplemente, el gobierno de
la Isla les mella la inocencia.
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