La
semana inglesa llegó a Cuba
Víctor Rolando Arroyo, UPECI
PINAR DEL RIO, diciembre - Los fines e inicios de cada semana se
convirtieron en una verdadera agonía en la vida del cubano debido a la
burocracia comunista.
El primer día de labor se agudiza la falta de los ya limitados medios
de transporte público lo que conlleva a un elevado nivel de ausentismo en
los centros de trabajo.
De igual manera se arrastra, desde el pasado fin de semana, el cierre casi
total de la red comercial que hace aún más difícil adquirir
artículos o servicios incluso en los establecimientos dolarizados.
La alarma está en los análisis de los propios especialistas
oficiales que señalan, a regañadientes, cómo la
burocratización llegó a la mente del cubano y agregan con amargura
que hay falta de finalidad de su labor en amplios sectores laborales del país
en los que se adulteran formas de trabajo en esferas tan importantes como los
servicios personales, el comercio y la agricultura.
Los fines de semana es imposible resolver el más insignificante trámite,
ya que aparecen las más absurdas justificaciones, situación que
perdura los dos primeros días de cada semana. Los días restantes
son los más estables en cuanto a actividad laboral y vuelven a declinar
durante el fin de semana. Este ciclo se repite incesantemente.
No son pocos los que ya cuestionan públicamente los horarios y días
laborales, períodos de descanso y agregan que son anticuados.
También hay quienes piensan que este fenómeno conducirá
el país a un shock que complicará más aún el ya
enrarecido panorama social del país.
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