Desde
las cárceles de Boniato y Kilo 8
SANTIAGO DE CUBA, 5 de diciembre (Luis Alberto Rivera (APLO) - El presidio
político Pedro Luis Boitel, radicado en las prisiones de Boniato, en
Santiago de Cuba, y Kilo 8, en Camagüey, hizo llegar a la APLO, a través
del Movimiento de Resistencia Cívica, las siguientes denuncias:
Desde Boniato
- El prisionero político Osvaldo Dussú Medina, de 34 años
de edad, estuvo en huelga de hambre del 1 al 10 de noviembre, en protesta por
los abusos que se cometen en la prisión. El jefe de esta cárcel,
Elio Avila Godín manifestó que no sólo él, sino que
cualquier preso político podía pasar no sólo 10 días,
sino que mucho más tiempo, y que se podían morir de hambre todos.
- El primer teniente Luis Enrique López, jefe de orden interior, está
aplicando contra los reclusos enfermos una nueva "modalidad internacional",
como él le llama, que consiste en llevar a estos enfermos al hospital
esposados de pies y manos, no importa la enfermedad que padezcan, sea asma,
hipertensión, o que tengan limitaciones físicas.
- El oficial de la seguridad del estado en la prisión de Boniato,
teniente Ramiro Tamayo Gómez ha autorizado a que le den golpes a los
prisioneros políticos. En esta cárcel existe una escuadra de
oficiales autorizados por el jefe de la prisión Elio Avila Godín
para propinar golpizas a los reclusos esposados con las manos detrás.
Esto les ocasiona lesiones graves. Los mismos guardianes dicen llamarse el
escuadrón de la muerte.
Desde la cárcel de mayor seguridad Kilo 8
- El prisionero político Humberto Real Suárez, de 32 años,
quien se encuentra confinado en esta cárcel, con residencia oficial en
Miami, dijo que en varias ocasiones el "pantrista" (repartidor de
alimentos) de su galera ha tratado de envenenarlo. La nota refiere que estos
intentos han sido ordenados por el capitán de la Seguridad del Estado
Armando Sánchez. A Real Suárez, además, se le niega
asistencia religiosa. El pasado 6 de octubre, por oponerse al reglamento de
afeitarse con una cuchilla que es utilizada por varios reclusos, fue esposado,
con las manos atrás, y fue sujetado por siete guardias. Uno de ellos lo
cogió por el cuello y trató de estrangularlo, al tiempo que le
introducían por la nariz un tubo de spray lacrimógeno, hasta que
se desmayó. Además, el jefe de orden interior, de apellido
Pimentel, lo golpeó en el rostro. Los guardias que participaron en esta
paliza contra el recluso fueron Armando Labazena, del destacamento Clemente Rodríguez
León; Edilberto Montenegro Turín, Carlos Emeregildo Pérez y
otros que no pudieron ser identificados.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|