No todo está perdido
LA HABANA, 27 de abril (María de los Angeles González Amaro, UPECI) - Al llamado de auxilio de un Hermano decenas de masones acudieron de inmediato en su socorro: un bebé necesitaba con urgencia un antibiótico deficitario en las farmacias de esta capital.
Los miembros de la Logia Luz y Constancia, ubicada en la barriada de Mantilla, municipio Arroyo Naranjo, se presentaron en la vivienda de Santiago Martínez Trujillo portando un frasco de colirio antibiótico para su nieto. La madre del bebito, Yolaida Granda González,
exclamó: "¡No todo está perdido, todavía existe hermandad y amor!"
La masonería cubana, pese a las presiones del régimen comunista, mantiene la virtud de socorrer al necesitado no obstante la escasez de recursos que la afecta.
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