Una aspirina para el Instituto de Matanzas
Rodolfo Damian, Cuba Press
MATANZAS, abril - Al parecer, y no mucho, las quejas humanas se hacen sentir.
Nuestro viejo y querido Instituto, partícipe de la historia cultural de Matanzas, y hasta ahora olvidado por quienes tienen en sus manos las vías para restaurarlo, sonríe con cierta tristeza.
Por lo pronto, será despojado de la exuberante y tropicalísima vegetación que por obra y gracia de Natura germinó y creció entre sus paredes agrietadas, al faltarles el mantenimiento requerido.
Esta operación, que por supuesto que no lo mitigará de su total abandono, será llevada a cabo por espeleólogos y bomberos -¡qué chic!-, quienes decapitarán para siempre -según dicen ellos- al helénico y olímpico laurel y a la
folklorísima yagruma.
La Comisión Provincial de Patrimonio se anota un tanto a su favor, después de estar el Instituto larrrguísimos años pidiendo a gritos no sólo esta labor, sino su restauración completa, algo que no dice la nota aparecida en el Semanario Girón
del 6 de abril.
Por lo tanto, habrá que esperar por el definitivo paso, que se ignora en estos momentos, o quizás puede que se envíe esta petición a la próxima Asamblea General de la ONU.
Mientras, de que el posible derrumbe viene... viene. No hace falta ir al Oráculo de Delfos ni abrir un cordero para adivinar en sus entrañas el esperado fin de nuestro Instituto de Segunda Enseñanza.
No obstante, querido lector, la culpa caerá, si no en un ciclón que se aventure por nuestro Caribe y atraviese la Insula, en un temporal de agua tan característico del Trópico.
Entonces, tendremos un derrumbe más para darle a nuestra Matanzas ese sello tan "característico" y tan "turístico" que últimamente presenta. De la otrora Atenas de Cuba, ha pasado a ser la Atenas de las sombras.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material informativo, siempre que se le reconozca como fuente.
|