¿Quién puede temer al modelo cubano?
Lourdes Hernández, APO
ARTEMISA, abril - "Temen a lo que significa nuestro ejemplo", fue el titular del suplemento especial de la prensa oficial cubana puesto a la venta por el precio de un peso en moneda nacional el domingo 23 de abril.
Cualquiera que fijase la vista en este título, impreso en grandes letras azules, seguramente reflexionará en muchos de los elementos que han caracterizado el modo de vida de este país en los últimos años.
Primero se preguntará a cuál ejemplo se teme, pues si de temor se trata, hasta las fobias aparecerán en aquéllos que conozcan cómo se ha podido sobrevivir hasta el nuevo milenio.
Genera curiosidad cómo se las arregla el cubano para alimentarse, si la población carece de alimentos a su alcance, de los medios para cocinar y elaborarlos, si ha tenido que involucionar a métodos tan primitivos y rudimentarios como cocinar con leña, si el
desayuno es un lujo en estos momentos. ¿Cómo se puede vestir a la par de alimentarse, si las tiendas que vendían en moneda nacional han quedado sin productos y se pueden confundir con pistas de baile? En muchas de ellas, su venta se realiza ahora en moneda extranjera
libremente convertible. Y lo peor de todo, ¿cómo llegar a consumir estos productos que se venden a precios tan altos si los salarios siguen siendo míseros y en otro tipo de moneda, que ya ha pasado a un segundo plano?
Paradójicamente, una gran parte de la población se deja arrastrar por el temor, las amenazas y el chantaje. No ven más opción para mantener su pobre status que desfilar en los actos masivos, de aparentes multitudes en representación del "ejército
de todo el pueblo", puesto en función de los momentos en que la fachada que cubre la imagen política de este país es más necesaria para esconder las realidades críticas que se padecen.
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