Protestan presos de la 1580, la crisis puede desembocar en epidemia mortal
LA HABANA, 18 de abril (Oswaldo de Céspedes, CPI) - La mala alimentación a que están sometidos los confinados en la prisión 1580, situada en el municipio capitalino San Miguel del Padrón, origina protestas entre los presos que también se quejan del
hacinamiento y las condiciones antihigiénicas en las cuales son obligados a vivir.
Desde el mes de febrero esas deficiencias adquirieron magnitud de crisis debido a que el abastecimiento de agua corriente a los prisioneros ha decrecido al extremo que, para paliar la situación, hay que recoger el líquido en recipientes los cuales son inadecuados y están
sucios. Las consecuencias no demoraron y de esa fecha a este momento en la 1580 proliferan las enfermedades diarreicas agudas.
Las enfermeras que prestan sus servicios en esa cárcel no consumen el agua del lugar, lo que indica claramente que ellas conocen la situación existente y nada hacen por solucionar el problema.
Uno de los afectados por las diarreas es el preso político Marcel Valenzuela Salt, cuyo estado de salud empeora diariamente por la gastritis y la úlcera que padece.
A principios de mes se produjo una protesta que concluyó en un encuentro violento entre reclusos y Funcionarios del Orden Interior (FOI). El asunto comenzó cuando a los prisioneros se les sirvió alimentos en estado de descomposición.
En cuanto a la cantidad de presos la 1580 está repleta, así lo evidencia la cantidad de individuos durmiendo en el suelo. Se habla de más de una centena.
Familiares de confinados en ese penal esperan que la situación de la 1580 empeore, e incluso que se produzca una epidemia de consecuencias mortales. El gobierno de Cuba es firmante del Convenio contra la Tortura y otros Tratos Crueles, Inhumanos y Degradantes, de las Naciones Unidas.
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