Tarde o temprano
Rodolfo Damian, Cuba Press
MATANZAS, abril - A toda voz y alrededor del mundo, el régimen cubano ha calificado a la prensa independiente con los epítetos más degradantes que se pueden encontrar en cualquier diccionario, pero el que más utilizan es la palabra MENTIRA y todas las connotaciones
que encierra.
El señor tiempo y las confesiones de los oficialistas poco a poco van brotando, y aunque las mesuren y las cubran con la pátina apropiada, según sus intereses, no les queda otro remedio que, sin darle la razón a esta prensa tan hostigada, tener que admitir que la
verdad es para decirla y no para encubrirla, venga de donde venga, y hágalo quien lo haga.
En un reporte que transmití en diciembre del año pasado, con el título "Instituto vs. Derrumbe", parecería que yo estaba diciendo una serie de falsedades con el solo propósito de desprestigiar al Ministerio de Educación, y por ende, al
gobierno.
En el número 420 del semanario Girón, de esta provincia, en la sección "Apartado 133", del periodista Jesús de Ventura, se publica la inquietud del padre de un alumno de la secundaria básica José Luis Dubroq, que funciona en el antiguo
Instituto Preuniversitario de Matanzas.
Relataba el lector en ese histórico lugar se efectúan "apuestas de dinero entre los estudiantes, falta de control en los horarios de la tarde, problemas de indisciplina social, como tirar botellas al terreno de baloncesto, intercambio de palabras groseras entre hembras y
varones..."
Y lo más triste del caso es que todas estas anomalías son conocidas por la policía, y que este centro de estudios se encuentra al lado de la Dirección Municipal de Educación.
Las gestiones para restaurar este edificio han sido numerosas. El historiador de la ciudad ya no tiene a quién recurrir, el Ministerio de Educación Provincial elevó un proyecto de restauración. Esto sin contar la cantidad de matanceros que se han quejado, y se quejan,
por el abandono de la instalación. Hasta ahora, la respuesta -si es una respuesta- ha sido que no existe el financiamiento necesario.
Por tanto, que continúe el deterioro. No importa. Todo queda en casa.
Una vez más, la prensa independiente no ha dicho MENTIRAS.
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