LA HABANA, Cuba. – Si bien no son pocos los músicos cubanos que han emigrado en años recientes, hay otro grupo, sobre todo compuesto por jóvenes, que ya está valorando la posibilidad de dejar el país para continuar con su carrera en el extranjero. Los impulsan las dificultades que afrontan en la Isla para desarrollar su obra, traducidas, según sus opiniones, en el poco valor que le otorgan las instituciones a su trabajo y la enorme demora en los pagos por parte de las empresas.
“Cuba no está haciendo casi discos porque no hay dinero para pagarlos. Desde hace unos cuatro meses divulgaron por vías informales en el gremio la noticia de que no se podía grabar más nada por el Estado. Y se cancelaron los procesos de grabación de discos por falta de presupuesto. Y mucha gente se quedó sin trabajo”, dijo un músico de jazz a CubaNet en condición de anonimato.
El artista, que trabaja con diversas agrupaciones en La Habana, señaló que los discos que ya se han grabado los están pagando a precios que considera prácticamente una estafa.
“Las empresas se pueden demorar cualquier cantidad de tiempo en entregarte el dinero que ganaste por tu trabajo, que al final no se corresponde con los altos precios con que se vende cualquier cosa en la calle. Hay pagos que se demoran un año o más. Incluso hay músicos que han dicho que hasta que no les retribuyan lo que les deben no volverán a grabar”, explicó la fuente.
La relación con las empresas deja de ser rentable para los músicos en estas circunstancias porque, entre otras cosas, las entidades no velan por los intereses de los artistas, como se supone que deberían.
“Hay grupos a los que le deben más de 20 presentaciones y cuando preguntan, las empresas dicen que, efectivamente, hay pagos atrasados. Es una burla total porque uno tiene que comer y mantener a la familia, a los hijos. Nos están salvando los bares privados que pagan al momento después de cada concierto”.
Otro artista que se desempeña como guitarrista acompañante puso de relieve “el maltrato” que sufren los músicos durante las presentaciones en centros del Estado.
“Somos el último eslabón de la cadena. El Gobierno hace grandes festivales como el Santa María Music Fest y no sé de dónde sacan el dinero porque el Estado tiene deudas con muchísimos músicos que hoy están sin trabajo. Hay muchos que quieren irse y otros ya se han ido porque así no se puede vivir. De no resolverse esos problemas Cuba se irá quedando poco a poco sin músicos”, expresó.
Un joven bajista, consultado también en condiciones de anonimato, lamentó la poca unidad que tiene el sector de los músicos. “No tenemos unidad como los cineastas”, dijo, tomando como referencia las recientes manifestaciones de los creadores cinematográficos en una asamblea para defender sus derechos.
“Si uno no acepta un trabajo porque el pago no se corresponde con las exigencias viene otro con menos talento y lo hace. Por eso hay discos mal hechos y de muy baja calidad. Eso obliga a hacer trabajos para que te sigan llamando aunque lo que hagas no sea el valor de tu obra y de tu talento. Se convierte en un tema de sobrevivencia”, explicó.
“Lo peor, dijo, es que ellos [los funcionarios] siguen pasando por encima de todo el gremio y ponen decretos que afectan a los músicos y nadie hace nada”.
El músico achacó a esta situación el auge del reguetón y el llamado “reparto”. “Para sus exponentes es muy fácil colocarse con su música porque muchos trabajan al margen de la industria, de las instituciones y cobran muchísimo en los bares privados”.
Ante este panorama la salida del país es una opción nada desdeñable para los músicos cubanos. “Nadie quiere irse del lugar donde nació pero te obligan a ello para tener una vida mínimamente digna”, consideró la fuente.
En años recientes un importante número de músicos de jazz, rock, rap y trova se han sumado a la estampida migratoria que vive Cuba. Haydée Milanés, Leoni Torres, Chucho Valdés, Jorgito Kamankola, Qva Libre, son solo algunos de los artistas o agrupaciones que decidieron emigrar ante la grave situación económica y la crisis de legitimidad política de la Isla.
El caso más reciente es el del pianista y compositor Robertico Carcassés, líder del grupo Interactivo, que acaba de establecerse en España por las presión a la que se sentía sometido en Cuba y por las dificultades económicas a las que se enfrentaba, de acuerdo a una entrevista que ofreció a Diario de Cuba.
El Gobierno ni sus medios de propaganda se han hecho eco de este difícil panorama que, más temprano que tarde, afectará de forma considerable el desarrollo de la música cubana, una de las expresiones culturales más representativas de la Isla.