CIUDAD DE MÉXICO.- El gobierno ha dispuesto un nuevo método de pago para productos básicos de origen estatal: transferencias con tarjetas Visa o Mastercard. Es decir, establecimientos del estado que han empezado a vender sus productos sólo para quien pueda pagarlos con tarjetas internacionales y que no son emitidas por los bancos cubanos. La apuesta parece ser nuevamente depositar en los emigrados la responsabilidad de alimentar y costear todo lo que necesiten sus familias.
Por ejemplo, si un residente en Cumanayagua, Cienfuegos, quiere comprar productos lácteos del combinado ubicado en esa localidad, debe pedirle a un amigo o familiar que viva en el extranjero que con una de las tarjetas anteriormente mencionadas lo pague. Luego esta persona de Cumanayagua irá a recoger su producto. Si usted va con su tarjeta en MLC o CUP hasta la empresa no le venderán ninguno de los alimentos comercializados a través de Internet. Su única opción es que otra persona se los pague.

¿Cómo llegamos aquí?
El 16 de octubre de 2019 el ministro de Economía Alejandro Gil anunció en el programa Mesa Redonda que venían cambios, pero nunca terminó de contar todos. En ese momento informó que comenzarían a vender electrodomésticos y productos automotores en Moneda Libremente Convertible (MLC). En ese momento apuntó: “Nosotros no tenemos la pretensión de eliminar las monedas nacionales ni de ampliar las ventas en dólares o en cualquier moneda extranjera al resto de la red minorista, ni de ir ganando más espacios en las ventas en dólares”.
Nueve meses después, pese a las palabras de Gil, Ana María Ortega Tamayo, directora general de Tiendas Caribe, presentó 72 puntos de ventas estatales que comercializarían en MLC productos alimenticios y de aseo de gama “media alta”, además de productos de ferretería. Nuevamente los funcionarios cubanos alegaron que eran medidas coyunturales para enfrentar la crisis económica y que no se expandirían.
Quince meses después de la apertura de esas tiendas el país continúa altamente desabastecido y los precios en el mercado informal se han disparado. Las personas esperan durante horas en largas filas para adquirir alimentos, incluso en MLC. Es en estos establecimientos donde venden la mayoría de los artículos de primera necesidad.
Apuntemos que la ciudadanía recibe sus salarios en CUP, y que es prácticamente imposible ir a un banco o una casa de cambio y convertir pesos cubanos en una moneda extranjera. Esas tarjetas sólo puedes “recargarlas” con transferencias desde el extranjero o si posees divisas en efectivo (menos dólar americano). Una vez que el dinero entre a esa cuenta no podrás sacarlo más. Tu única opción es gastarlo en estas nuevas tiendas, que son las menos desabastecidas.
Los establecimientos en moneda cubana son prácticamente locales fantasmas. Estantes que se muestran muchas veces vacíos o repletos de botellas de agua.
Ortega y Gil mintieron al sostener que no seguiría creciendo la red comercializadora en MLC y que sería una medida transitoria. A poco más de un año de aquellas declaraciones, las ventas en MLC se han expandido considerablemente. Eso sí, sin mucha transparencia ni publicidad.
Proyecto Inventario ha logrado contabilizar 497 establecimientos en todo el país donde sólo compras con tarjetas MLC. Y aunque el número de establecimientos no ha parado de crecer, el estado cubano ha buscado nuevas alternativas en su afán de capturar divisas, apostando principalmente a la moneda dura del emigrado.
Las compras con Visa y Master Card
Al igual que sucedió con las tiendas MLC esta modalidad de compras comenzó con puntos de venta en capitales provinciales y se ha ido extendiendo a más negocios de propiedad estatal.
En el extremo occidental del país “El Glykys”, una cafetería y dulcería con dos sucursales en la ciudad, sólo vende 20 turnos diarios para los más de 190 000 habitantes del municipio Pinar del Río. Las personas deben dormir la noche antes en las inmediaciones del negocio si quieren obtener el ansiado pase que permite adquirir dulces, pizzas o panes. Los demás productos del establecimiento pueden conseguirse si pagas con una tarjeta Visa o Mastercard.
CubaNet, como puede verse en el mapa, ha contabilizado 103 establecimientos (la cifra puede ser superior) a lo largo de toda la isla que ofertan productos exclusivos si son comprados con tarjetas internacionales. Lo invitamos a compartirnos las que usted conoce.
Hablamos principalmente de tiendas de equipos electrodomésticos o de comida y aseo. Sin embargo, este método de pago se ha expandido también a combinados lácteos, empresas pecuarias, restaurantes, panaderías, ferias del agro. Incluso la célebre marca Bucanero vende sus cervezas y maltas, las mismas que apenas hay en establecimientos físicos, a través de su página web.
Para comprar existen dos portales de venta principales: Envíos Cuba y Bazar Regalo. En su interior puedes hallar todos los establecimientos estatales que habilitaron el pago online. Si bien ambas plataformas no aceptan Fincimex, sólo Visa y Mastercard, hay ciertas diferencias en lo ofertado.
En Envíos Cuba podrás encontrar principalmente tiendas de comida, aseo y equipos segmentadas por provincia. Por ejemplo, Almacén On y Electro envíos están presentes en casi todas las capitales del país, y venden mediante este portal. Las demás varían según la ciudad.
Otro establecimiento que expende alimentos en seis ciudades a través de esta página es Envíos Agro. La dirección para recoger la comida ofertada por Envíos Agro si resides en La Habana o ciudades cercanas es Avenida Van Troi y Final, Finca Alcona S.A Boyeros, un negocio perteneciente a Flora y Fauna, el grupo empresarial que dirige el comandante Guillermo García Frías y su familia.

Por su parte, Bazar Regalo funciona como un Amazon o Alibabá caribeño, salvando las inmensas distancias, donde desde el exterior puedes comprar para tus amigos o allegados en Cuba. En su plataforma, empresas estatales y un número muy reducido de privados muestran sus productos, que van desde alimentos (incluso langosta), bebidas, cerámicas y cortinas de baño (producidas por ARTEX), velas, productos medicinales, hasta materiales de construcción, motos… La lista continúa y varía según la ciudad.
Por sólo mencionar algunos establecimientos, es através de Bazar que vende el Glykys en Pinar del Río y la empresa de lácteos Escambray en Cienfuegos; la Feria agropecuaria Delio Luna Echemendía en Sancti Spíritus; la panadería el Pinto en Villa Clara y la UEB Logística EPIVILA Joaquín de Agüero en Ciego de Ávila.
CubaNet pudo constatar con residentes de estas comunidades que hay productos exclusivos en estos establecimientos que sólo pueden adquirirse si alguien los paga desde el exterior. En sus ofertas hacen una especie de escalafón de qué venden a las personas dentro de la Isla y qué oferta paga el emigrado. Los de adentro a veces no tienen opción alguna de compra, o disponen de menos ofertas. “En el Palenque, en La Habana, venden carne de res, uvas y manzanas si pagas desde cuentas extranjeras. Ninguno de esos productos los encuentra quien llega allí. No están a la venta ni en MN, ni en MLC”, explica Daneris, quien compra eventualmente en el establecimiento. Para ella, como residente en la isla, sin cuenta bancaria en otro país, lo disponible ocasionalmente es pollo.

¿Por qué Visa y Mastercard por encima de Fincimex?
El economista cubano Ricardo Torres explicó a CubaNet que detrás de estas medidas está la gravísima crisis que hay en las finanzas externas del país. La ausencia de divisas ha llevado al gobierno a explorar todas las vías posibles para obtener moneda dura.
El experto explica que hay una diferencia clara entre los pagos en MLC a través de las tarjetas Fincimex y los que se reciben de cuentas internacionales. “Una vez que pones tu dinero en Cuba, en la tarjeta, ya ese es dinero captado. Es decir, el gobierno cubano está usando esas divisas desde el momento en que lo ingresas a su sistema”.
Agrega Torres que la diferencia de cobrar con Visa y Mastercard es que están recibiendo dinero nuevo, que no tienen en su sistema. “Ese pago se hace desde un banco que está fuera de Cuba. Es un dinero fresco que entra. Vender productos exclusivos sólo por esta vía es una manera de conseguir divisa más rápido”. Otro aspecto a tener en cuenta para el economista es dónde radican estas cuentas a las cuales se deposita, si pertenecen al sistema bancario cubano o son cuentas en el extranjero.

Cuando en 2020 el gobierno anunció la apertura de tiendas en MLC muchos clasificaron estas medidas como un “apartheid económico”. Vender en una moneda que no es la que cobran los trabajadores limitaba el acceso de estos y sus familias a productos básicos. A ello agreguemos que obtener divisas de modo legal dentro de la isla es prácticamente imposible para quienes no tienen amigos o familiares emigrados que se lo faciliten.
Si las tiendas dividieron al país en dos grupos: los que tienen MLC y los que que no, ahora con esta nueva modalidad de venta se agrega un tercer conjunto, los que disponen de una cuenta extranjera propia o de un familiar para comprar los productos que ni en MLC se comercializan. Esos están en la cima de la pirámide social cuando de poder y capacidad de adquisición en Cuba se trata.
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