LA HABANA, Cuba. – El 2021 continúa siendo un año difícil para el turismo extranjero en Cuba, uno de los principales generadores de ingresos para la economía de la Isla. Según datos publicados recientemente por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), hasta el mes de junio se recibieron 1 059 330 viajeros menos que en igual periodo de 2020.
Es por eso que, debido a la crisis que atraviesa la economía cubana y con el objetivo de favorecer el sector turístico y recuperar viajeros, el régimen cubano ha valorado el turismo de vacunas con Abdala y Soberana 02 como puntas de lanza.
Países como Estados Unidos, Maldivas, Rusia, Serbia, San Marino y Emiratos Árabes Unidos han dado riendas sueltas al turismo de vacunas (práctica que consiste en visitar un país extranjero para obtener la inmunización que no está disponible en el país donde se reside) con el objetivo de atraer a viajeros internacionales.
Aunque el sitio web oficialista Cubadebate aseguró en marzo que el Gobierno no ha promovido oficialmente el turismo de vacunas, ya que la nación primeramente debe inmunizar a toda su población antes de que termine el actual año, un video publicitario publicado por la cadena televisiva TeleSur a finales de enero en Twitter, indica todo lo contrario.
En ese material, el doctor Vicente Vérez Bencomo, director general del Instituto Finlay de Vacunas, declaró que la Isla planeaba producir hasta 100 millones de dosis del candidato vacunal Soberana 02 (actualmente en la fase 3 de ensayos clínicos) y que “los turistas tendrán la opción, si lo quieren, de vacunarse en Cuba también”.
#ENVIDEO | Al menos 100 millones de vacunas contra la Covid-19, #Soberana02, tiene planeado producir #Cuba para este 2021 pic.twitter.com/6Ts1ybN3nL
— teleSUR TV (@teleSURtv) January 23, 2021
En el video, que termina promoviendo el destino turístico Cuba, se ofrecen “playas, Caribe, mojitos y vacuna, todo en un mismo lugar”. “¿Viajarías a Cuba para vacunarte?”, termina preguntando.
Asimismo, Helen Yaffe, economista especializada en Cuba de la Universidad de Glasgow, dijo al diario español La Vanguardia que La Habana ofrecería vacunas “para todos los turistas y visitantes a la Isla”, aunque se desconocía si el régimen las propondría como parte de un paquete de vacaciones para extranjeros.
De acuerdo con el Gobierno cubano, Abdala, fabricada por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, es la primera vacuna contra el coronavirus desarrollada y producida en América Latina y el Caribe, luego de que el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) autorizara su uso de emergencia.
Mientras, los candidatos vacunales Soberana 01, 02 y Plus, y Mambisa continúan en diferentes fases de ensayos clínicos. Por su parte, el candidato CIGB 2020, producto que se aplica por vía nasal y sublingual para estimular la inmunidad a nivel local, fue autorizado recientemente por el CECMED para iniciar un ensayo clínico fase 2. También se encuentra en investigación por parte de científicos cubanos y chinos otro antídoto contra la COVID-19 llamado “Pan-Corona”.
Según informó el Ministerio de Salud Pública, hasta la fecha se han administrado más de 12 millones de dosis de Abdala y los candidatos vacunales Soberana 02 y Soberana Plus, por lo que más de tres millones de cubanos ya han recibido la tercera dosis de uno de los candidatos y de la vacuna.
El régimen, que no necesita el consentimiento de la Organización Mundial de Salud (OMS) para acuerdos bilaterales de este tipo, espera producir suficientes vacunas para venderlas a otros países que están en espera.
Precisamente, mucho antes de que se autorizara su uso, el gobierno venezolano compró a finales de junio 12 millones de dosis de Abdala.
También Irán aprobó el uso de emergencia de Soberana 02, la primera vacuna conjugada del mundo contra la COVID-19, que será producida también en esa república islámica bajo el nombre comercial de PastuCovac.
Por demás, la ministra argentina de Salud, Carla Vizzotti, durante su visita a la Isla en mayo pasado se mostró interesada en adquirir los medicamentos cubanos. Países como México, Jamaica, Vietnam, Pakistán e India, al igual que la Unión Africana (en nombre de las 55 naciones africanas), también han manifestado interés en los fármacos anti COVID-19 cubanos, según aseguró Yaffe.
En el mayor pico de la pandemia, Cuba promueve su turismo de salud en el mercado chino
A pesar de que el CECMED autorizó el uso de emergencia de Abdala y que su esquema de inmunización demostró (según datos aportados por las propias instituciones del Gobierno cubano) un 100 por ciento de eficacia en la prevención de la muerte y de la enfermedad sistémica severa y una efectividad de 92,28% frente a la enfermedad sintomática, tal eficacia no está probada por organizaciones internacionales ni sus resultados han sido publicados en revistas científicas.
Precisamente Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), solicitó a “los productores de Abdala” publicar los datos sobre la eficacia de sus vacunas en revistas especializadas “para que de una manera pública la comunidad científica pueda evaluar y conocer estos datos” y someterlos a la evaluación de la OMS.
El directivo expresó en una rueda de prensa realizada a finales de junio que la OPS solo puede adquirir aquellas vacunas que hayan sido incluidas en el listado de uso de emergencia de la OMS para ser parte del mecanismo COVAX y, para esto, es necesaria una investigación de las industrias productoras, así como de los datos de los ensayos.
Coincidentemente, el régimen hizo saber que no estaba en disposición de acceder a COVAX, mecanismo que provee de vacunas gratuitas o asequibles a naciones de bajos recursos.
En mayo, el sitio Cubadebate replicó un artículo del medio digital Rebelión, donde se calificaba COVAX como una “trampa” y “una perversa iniciativa comercial contra la salud pública”. Sin embargo, recientemente el mismo medio oficialista cubano publicó que la Isla no había desestimado COVAX, sino que solo había priorizado sus propias vacunas.
Actualmente Cuba, en la tercera ola de contagios agravada por la presencia de la variante Delta del coronavirus, afronta el colapso de su sistema sanitario, pese a la propaganda de los medios oficialistas que intentan negarlo.
A pesar de que uno de los factores que favoreció al aumento de casos de COVID-19 en el país fue la reapertura del turismo varios meses atrás, el régimen se empeña en culpar de la crítica situación al pueblo, al que acusa de “incumplimiento de las medidas sanitarias”.
Y en medio de la crisis ningún vocero oficial ha retirado la invitación que se extendió, a través de TeleSur, al mundo: “Playas, Caribe, mojitos y vacuna, todo en un mismo lugar”.
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