CDMX, México. — Hace más dos meses en Cuba los bebés no están recibiendo una de las vacunas más importantes en su esquema de inmunidad. Actualmente, a la larga lista de carencias en el sistema de salud nacional, se ha agregado la vacuna Heberpenta, conocida como la pentavalente.
En el primer año de vida los niños deben ser inmunizados en tres ocasiones contra la difteria, tétanos, tos ferina (B. pertussis), hepatitis B y Haemophilus Influenzae tipo B. La vacuna pentavalente resume en una sola inyección la inmunidad para los cinco padecimientos. La primera jeringa está indicada a los dos meses y luego se reactiva a los cuatro y seis, protegiéndolos contra estas enfermedades infecciosas que causan miles de defunciones anuales en todo el mundo.
“Ellos no explican nada. Solo te dicen que no hay vacuna y que avisarán cuando llegue”, contó a CubaNet Y., una madre que ha esperado mes y medio porque su bebé reciba la primera dosis en el Policlínico Docente Andrés Ortíz, ubicado en Guanabacoa, La Habana.
“Me preocupa mucho que la tengan expuesta a enfermedades fatales”, manifestó la joven quien recalca que hasta este momento su bebé solo fue inyectada tras su nacimiento con la vacuna contra la hepatitis B.
CubaNet puedo confirmar con otras 11 madres (nueve residentes en La Habana y dos en Pinar del Río) que sus hijos tampoco han podido recibir el tratamiento, en la primera dosis o en alguna de sus activaciones requeridas. A todas le dieron la misma respuesta cuando preguntaron el por qué de la falta: “no hay”.
Una de ellas es I., cubana residente en Arroyo Naranjo.
“Mi niña es prematura por lo que su sistema está más expuesto que el de otros bebés de su edad y llevo dos meses esperando la vacuna que le correspondía a las ocho semanas. En los grupos de redes todas las mamás, de diferentes puntos del país, coinciden en que no han podido inyectar a sus bebés. Me parece algo bastante grave a lo que no se le ha dado la importancia que lleva. Al menos yo no he visto que se informe por ningún medio qué pasa con la vacuna”, sostiene la joven de 29 años.
La observación de I. es correcta: hasta hoy ningún medio de prensa oficial ha informado que no están disponibles en el país las vacunas pentavalentes. Tampoco ninguna fuente oficial ha explicado el motivo o cuál será la solución para inmunizar a los niños, que ahora mismo podrían contraer alguna de las cinco infecciones.
¿Por qué faltan las vacunas?
Desde 2006 Cuba usa su propio fármaco de la pentavalente, pero cuatro años después actualizó el tratamiento para evitar tener que mezclar sus componentes (todos hechos en el país) en el momento de usarse.
Esa variante fue lograda gracias al trabajo de investigadores del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), con la participación del Instituto Finlay, el Centro Nacional de Biopreparados (BioCen), entre otros. Cuando se presentó la vacuna, sus creadores destacaron que la Heberpenta actual reducía los costos de producción, transportación y almacenaje, al tiempo que posibilitaba aumentar en un 25 por ciento los volúmenes de vacunas fabricadas con la misma cantidad de antígenos.
Aproximadamente durante una década se estuvo aplicando este producto, hecho en Cuba, sin notorios contratiempos ¿Qué cambió?
No es un secreto el estado alarmante en el que se encuentra hoy el sistema de salud pública en la isla donde escasean desde las gasas para curar o simples analgésicos hasta tratamientos esenciales para combatir el cáncer. Esa misma crisis está afectando al sistema de vacunas que se producían en el territorio.
“No hay disponibilidad de los recursos necesarios para fabricarla en el país. Por eso se llegó a un acuerdo con la India y se confeccionaron las vacunas en esa nación”, reveló a CubaNet, en condición de anonimato, una doctora que es una de las responsables del programa de vacunación en Pinar del Río.
“Según nos han informado las vacunas ya están listas desde hace algún tiempo, pero el Estado no tiene cómo pagar que las transporten hasta acá”, agrega la médica. “Ahora mismo no hay en todo el país y es alarmante porque los niños se arriesgan a enfermarse y en los hospitales estamos haciendo magia para tratar a los pacientes. Todo está en falta”.
La única solución, indica la experta, es correr el esquema hasta que se encuentren disponibles las inyecciones y esperar que no demoren mucho.
En 2022, la Unicef tuvo que colaborar con las autoridades cubanas para que adquirieran la vacuna triple viral contra la parotiditis, la rubéola y el sarampión (MMR, por sus siglas en inglés, según publicó la organización en su página web. Para Cuba era muy complicado costearlas, por lo que la cooperación internacional tuvo que solventar el gasto.
La agencia también apoyó para la distribución de equipos de protección personal y de insumos necesarios en la cadena de frío.
Un año después para la Isla no solo es enrevesado adquirir los fármacos foráneos. Los centros de investigación ni siquiera disponen de los recursos para continuar produciendo en sus instalaciones las vacunas nacionales.