SANTIAGO, Cuba. – Este jueves, 12 de marzo, el Tribunal de Santiago de Cuba debió entregar la sentencia de José Daniel Ferrer García, Fernando González, Roilán Zárraga y José Pupo, según le confirmara la defensa a la esposa del líder de la UNPACU, Nelva Ortega.
Sin embargo, durante una visita que esta mañana le permitiera el régimen a familiares de Ferrer, este les confirmó que aún no ha sido entregada y que fue pospuesta para el sábado 14 de marzo, día en que la esposa de Ferrer debe presentarse en la prisión Aguadores para recibir el documento.
En la visita, tanto su hijo, José Daniel Ferrer Cantillo, como demás familiares, constataron la extrema pérdida de peso del líder de la UNPACU.
“Estaba muy delgado. Lo vi débil, no de espíritu, porque ese siempre lo tiene muy fuerte, pero físicamente sí está más débil, más delgado y con crisis producto a su gastritis”, declaró el joven a CubaNet.
José Daniel Ferrer cumplió en el día de hoy 163 de prisión. De ellos, casi cinco meses en una celda de castigo, donde se niega a ingerir los alimentos del penal por su pésimo estado y solo se alimenta de los productos proporcionados por sus familiares en las visitas.
Durante este tiempo ha realizado huelga de hambre, ayunos y ahora mismo se encuentra en el día 22 de una dieta que llamó “dieta de la dignidad”, donde solo ingiere de dos a tres bizcochos y un vaso de leche por día. Ferrer ya dijo que sostendría ese régimen sostendrá por 40 días.
En la visita estuvieron presentes cinco de los seis hijos de José Daniel.
“Es muy triste que los niños tengan que ver a nuestro padre tan deteriorado físicamente. Mi papá es inocente y debería estar en las calles”.
“Mis hermanos más pequeños lo vieron esposado cuando entraba y cuando se lo llevaban. Fue en el mismo cuarto de siempre, donde otras veces nos han filmado sin nuestro consentimiento”, sentenció el hijo de Ferrer.
El juicio al líder de la UNPACU se efectuó el pasado 27 de febrero en la sala del Tribunal Popular Municipal de Santiago de Cuba y duró más de 13 horas. Solo permitieron la entrada de algunos familiares. El resto de los que presentes eran agentes del Ministerio del Interior vestidos de civil y otros desconocidos.
En la vista -según familiares- quedó demostrada la inocencia de los acusados. El propio Ferrer, que fue interrumpido en varias ocasiones por el juez, concluyó diciendo: “Yo soy el que Acusa al régimen cubano por todas las violaciones contra mi y contra el pueblo de Cuba”.
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