MIAMI, Estados Unidos. – La cubana Clara Porset, nacida en Matanzas en 1895 y fallecida en México en 1981, aunque desconocida por la mayoría en la Isla, es una de las grandes maestras del diseño de muebles en América Latina.
Tras estudiar en la Escuela Nacional de Arquitectura de París, Porset se dedicó al diseño de muebles e interiores en Cuba, Estados Unidos, México y Cuba. En una entrevista con Cuban Art News, el escritor Jorge R. Bermúdez, autor del libro Clara Porset, Diseño y Cultura, profundizó en la vida y obra de esta pionera del diseño.
Bermúdez descubrió a Clara Porset mientras investigaba a Conrado Massaguer, un destacado artista y humorista gráfico cubano del siglo XX. Durante su viaje a México en 1990 para dar clases de Diseño Gráfico en la Universidad de Xochimilco, conoció al profesor Oscar Salinas Flores, quien había sido alumno de Porset en la Universidad de México. Esta conexión le permitió seguir la pista de la diseñadora cubana y aprender más sobre su vida y obra.
Clara Porset provenía de una familia acomodada que le permitió estudiar en el extranjero. Durante su estancia en Europa en la década de 1920, descubre la Bauhaus y conoce a Walter Gropius y a Hannes Meyer, dos figuras clave en la escuela alemana de diseño.
Al regresar a Cuba, comienza a escribir para la revista Social, fundada por Conrado Massaguer en 1916. Sus textos abordan diferentes aspectos del diseño moderno, desde fachadas de cines hasta tipografías y carteles. A través de su correspondencia con Gropius y Meyer, se sumerge en el diseño moderno y comienza a desarrollar una teoría sobre la casa en el trópico. Esta investigación culmina en una conferencia titulada “La Decoración Interior Contemporánea: su adaptación al trópico” que impartió en La Habana en 1931.
Tras mudarse a México debido a la situación política en Cuba, Porset se fascina con la artesanía y la creatividad mexicanas. Según Bermúdez, ella comprende que “en la verdadera y buena tradición habían muchos elementos que podían ponerse en función de un diseño funcional moderno, en ese país, en América e incluso en Cuba”. Porset se casa con el muralista mexicano Xavier Guerrero y trabaja con diseñadores y artistas como Diego Rivero y Frida Kahlo.
Bermúdez destaca cómo la diseñadora cubana fusiona la tradición, la cultura prehispánica y la modernidad en sus diseños. Estudia muebles tradicionales yucatecos como el butaque, y los adapta a la estética moderna y a las necesidades de su tiempo. Además, investiga el mobiliario colonial cubano, especialmente el del siglo XIX, adaptando su diseño en función de las nuevas realidades tecnológicas.
Brevemente en Cuba, en la década de 1960, Porset lideró el diseño de mobiliario para las escuelas, hospitales, hoteles y otros espacios públicos. Su trabajo se convirtió en parte integral del paisaje cultural y arquitectónico cubano durante este período.
De acuerdo con Bermúdez, en un momento en que el diseño moderno era considerado una manifestación exclusivamente europea y norteamericana, Porset demostró que América Latina también tenía algo que aportar a la corriente internacional.