LA HABANA, Cuba, junio (173.203.82.38) – La economía del país ha sido tradicionalmente manejada con hermetismo por las autoridades y los cubanos nos hemos vuelto expertos en descifrar enigmas y descubrir mensajes crípticos.
Muchos recurren al uso de indicadores no convencionales para enterarse de cómo está la situación económica del país. Estos indicadores sui generis van desde la desaparición de los gatos callejeros, el incremento de los suicidios y los cambios en el modo en que juegan los muchachos en la calle, hasta el número de gente en edad laboral que anda deambulando en horario de trabajo.
Aunque la administración de Raúl Castro se ha caracterizado por ofrecer más información que la brindada en tiempos en que reinaba su hermano, miles de ciudadanos no entienden lo que está pasando y se mantienen escépticos ante el resultado de los cambios que se están implementando. Hable al respecto con algunas personas.
Mario García, académico jubilado, comentó sobre la situación del país: “Raúl Castro está eliminando de los hombros del Estado, una pesada carga, al cesantear a miles de trabajadores. Al mismo tiempo, oficializó algunas actividades económicas que los cubanos ejercían ilegalmente, y por las que ahora deben pagar impuestos al gobierno. También retiró varios beneficios al resto de los obreros, y todo lo hizo sin que el pueblo ofreciera ninguna resistencia, ni protestas públicas”.
Gloria Rodríguez, empleada doméstica, señaló: “Es evidente el crecimiento de la oferta de productos agropecuarios, gracias a la ampliación del trabajo por cuenta propia. A pesar de que algunos precios están por las nubes. Hace unos días me causó gracia una pelea entre dos grupos de escolares, que se lanzaban huevos. Es la primera batalla a huevazos que veo en más veinte años de necesidades extremas”.
Otras personas temen a la crisis social que, en su opinión, está generando el aumento de las disparidades en los ingresos. Ponen como indicador el aumento de los asaltos en plena vía, el robo en las viviendas, y el auge de la prostitución.
Algunos piensan que se gesta un espaldarazo más sólido del gobierno chino al mandatario cubano. Creen que la reciente visita del vicepresidente chino, Xi Jinping, a La Habana, tuvo el propósito de orientar a Raúl sobre cómo hacer las reformas.
Así andan los cubanos, a falta de verdadera información, dedicados a ver señales y gestos que nos expliquen el camino por el que vamos.