LA HABANA, Cuba, mayo, 173.203.82.38 -La primera misión internacionalista de Yadira fue en Haití. Viajó al frente de un grupo de trabajadores sociales para distribuir una donación del gobierno de Cuba.
La misión consistía en entregar a la población una cierta cantidad de bombillos chinos, conocidos por los cubanos como “ahorradores”. Por aquel entonces Fidel Castro experimentaba en la isla el fracasado ¨Programa Energético¨ y hacía esfuerzos por internacionalizar su nuevo disparate.
Tres meses le llevó a la representante cubana la distribución del donativo. El tiempo justo para evaluar las ventajas que le ofrecía Haití con respecto a Cuba. Regresó a la isla cargada de equipos electrodomésticos y pacotilla para la familia. El viaje al extranjero cambió las ideas revolucionarias de Yadira y alimentó su espíritu de prosperidad empresarial.
Con las relaciones que dejó en la sede diplomática cubana en Haití, se propició una nueva misión. Esta vez su viaje fue era carácter personal y estaba dirigido a buscar fortuna. Solicitó una licencia de tres meses en el trabajo (por si las cosas le salían mal). Discretamente, sin hacer comentario abordó el vuelo Santiago de Cuba- Puerto Príncipe.
A los dos meses Yadira retornó, esta vez cargada de mercadería y electrodomésticos para vender. Pero en su mente trajo algo más; un nuevo negocio: La posibilidad de hacer residente haitiano al cubano que lo deseara y tuviera el dinero para pagar la gestión.
Como la Dirección de Trabajadores Sociales, ideada por Fidel Castro, está siendo desmantelada por su hermano Raúl, Yadira decidió abandonar el barco que se hundía y concentrarse en sus nuevos planes empresariales.
El primer cliente fue Francisco, su antiguo chofer. La confianza depositada entre ambos databa de los tiempos en que debían subsistir con los recursos del gobierno. Compartían las ganancias de la venta de combustible asignado y el alquiler del auto estatal.
El muchacho pidió dinero prestado y su ex jefa le gestionó la invitación para viajar a la isla antillana. Con las ganancias del primer cliente la ex funcionaria logró alquilarse un piso en Puerto Príncipe. Recibió a su ex subordinado y le gestionó el estatus de residente en 17 días.
Después de su regreso a Cuba fue que conocí a Francisco. El muchacho se veía henchido de felicidad. Mostraba en el barrio, la residencia haitiana como si se tratara de la carta de libertad de un esclavo.
¨Con esto puedo viajar a unos cuantos países¨. Exclamaba refiriéndose a los países de CARICOM.
El muchacho regresó a la isla con la intención de recuperar el dinero del préstamo. La venta de mercadería podría ayudarlo mientras pescaba nuevos clientes para Yadira. Aunque Haití lo deslumbró sabe que algún día le quedará pequeño. Quiere explorar el camino hacia el mundo desarrollado y eso requiere dinero.
Yadira se ha establecido en Haití, desde allí envía dinero a su familia y al hijo que dejó custodiado por la abuela. Volverá a Cuba cuando Francisco encuentre algún cubano que tenga el dinero para atravesar el Paso de los Vientos y convertirse en haitiano.
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