Cada vez más frecuentemente, reos comunes se plantan (colocarse en estado de inanición), inconformes con procedimientos judiciales, y también para llamar la atención de la fiscalía sobre abusos de los carceleros en los centros penitenciarios. Sin embargo, poco logran conmover a las autoridades.
El pasado 2 de abril, el cuentapropista Silvio Gómez Laime, de 43 años, tomó esa decisión. El Tribunal de La Habana revocó su sanción subsidiaria de trabajo correccional con internamiento, y lo obligó a cumplir la pena en establecimiento penitenciario, informó su esposa, Eglis Leyva Oliva. El cambio de medida implicaba un régimen de reclusión más severo.
A diferencia de otros casos, después de llevar el recluso 8 días en huelga de hambre, la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal de la Habana, dejó sin efecto la revocación de la sanción de trabajo correccional con internamiento y dispuso su inmediata libertad.
Silvio se encontraba recluido en celda de aislamiento, en la prisión Bisba, en las cercanías del Zoológico Nacional, en el municipio Boyeros, donde fue enviado por el tribunal y fue liberado en la tarde del propio 11 de abril.
El tribunal, además, ratificó su sanción anterior. Gómez Laime resultó sancionado a 4 años de trabajo, internado en un correccional, por un delito agravado de Atentado.
Según su sentencia, el 25 de septiembre de 2009, armado con un machete, le negó la entrada a su casa, y amenazó, a varios funcionarios de la Dirección Municipal de la Vivienda y agentes de la policía, que demolieron los inmuebles de cinco familias, en Víbora ParK, una barrida del capitalino municipio Arroyo Naranjo.
En el auto judicial se consigna que el 29 de febrero de 2012, se dispuso la revocación de la pena y orden de arresto, porque el cuentapropista estaba ilocalizable. Eglis afirma que nunca recibieron citación en su domicilio legal, la Comunidad de Tránsito Las Delicias, en Mantilla, donde residen después que la Dirección Municipal de la Vivienda, de Arroyo Naranjo, demoliera su casa.
Aloima Vega Pinos, Presidenta del Comité de Defensa de la Revolución, María Luisa Nodarse Gonzales, Secretaria de la Federación de Mujeres Cubanas, Mariela Navarro Talvio y Guillermo Arrieta Cuesta, Administradora y Jefe de servicios público de la Comunidad, respectivamente, en escritos dirigidos al tribunal atestiguan que nunca recibieron, para Gómez Laime, citación del órgano judicial o de la policía, y dan fe de su buena conducta.
En su escrito, el tribunal consigna que dejó sin efecto la medida, porque el 11 de abril, Leyva Oliva, esposa de Silvio, explicó que su marido nunca recibió citación el tribunal y que en ningún momento trató de evadir la acción de la justicia.
En el mismo documento, la Secretaria Judicial, Daisy Delgado Yabona, lo requiere para que se presente en el Centro Correccional de Bainoa, en Jaruco, en la provincia Mayabeque, el próximo 3 de mayo, para que comience a cumplir la sanción original.
Delgado Yabona le informó en la diligencia que realizará labores agrícolas y le requirió presentarse en el Campamento con utensilios y productos de aseo, toalla, ropa de trabajo, cubo y sábanas, para “que garantice sus mejores condiciones de vida”. Según le explica el centro correccional, estos enseres no se les pueden facilitar.
Le advierte, además, que si no se presenta o incumple los requerimientos, podría no ser aceptado por el centro, y se le revocaría la sanción. La secretaria judicial hizo llegar a Silvio un Mandamiento de Admisión, dirigido al jefe del Correccional de Bainoa, con fecha 3 de mayo, para su ingreso en el Centro.