LA HABANA, Cuba, julio, 173.203.82.38 -Mañana se cumplirá otro aniversario de los asaltos a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, por un grupo armado organizado y dirigido por el doctor Fidel Castro. Sin dudas la epopeya más divulgada y referida por el gobierno comunista, de todas las ocurridas en la historia de Cuba.
Según sus principales protagonistas, no pudo alcanzarse el objetivo, que era la toma de ambas fortalezas militares, porque falló el factor sorpresa y en Santiago se extraviaron por las calles de la ciudad varios automóviles con los hombres mejores armados.
Ya es muy poco lo que puede añadirse a esa historia. El 26 de julio ha quedado impreso como un nombre en fábricas, escuelas, hospitales, contingentes de la construcción, calles, pueblos, periódicos, estadios deportivos.
Pero a la juventud, que lucha a diario para sobrevivir en medio de la crisis, muy poca cosa le recuerda esta fecha, porque hasta las fiestas populares que antes eran motivo de jolgorios, han perdido su entusiasmo y ya no se realizan.
La provincia elegida para conmemorar esta efeméride, siempre fue privilegiada con un presupuesto especial de apoyo para la construcción de obras sociales. Santiago de Cuba por su protagonismo en aquel suceso se designó como sede oficial cada cinco años.
A otras provincias como Guantánamo y Las Tunas, les costó una enormidad conseguir una designación. Ciudad de la Habana, Granma, Villa Clara y Matanzas encabezan por ese orden las que más veces han celebrado el “día de la rebeldía nacional”, como ha sido bautizada esta fecha.
De los asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes quedan muy pocos sobrevivientes. Y, para la mayoría de ellos, en vida constituyó un gran privilegio haber participado en aquella gesta. En cambio otros, como Gustavo Arcos Bernes y Mario Chanes de Armas, que se opusieron al comunismo instaurado por Fidel Castro luego del triunfo de la revolución, pagaron con largos años de prisión y el destierro, además de ser sepultardos en el olvido.
Hoy, a un día de esa fecha histórica, casi sabe –ni le interesa saber- cuál es la provincia elegida para la celebración del acto central. Y aunque en las escuelas y en los medios de comunicación aún utilizan grandes espacios para recordarla, varios jóvenes a quienes hace poco les pregunté si conocían el 26 de julio, me contestaron sí, que quedaba a dos cuadras, pero que no perdiera el tiempo en ir a buscar nada allí, porque ese agromercado estaba vacío desde hace mucho tiempo.