El escritor peruano Mario Varga Llosa criticó en Nueva York a los gobiernos de Cuba y Venezuela, de los que aseguró que “no son democracias”, y afirmó que otros países latinoamericanos, como Ecuador, la Argentina, Nicaragua o Bolivia son “semidemocracias”.
El premio Nobel se presentó en la sala de El Consejo de las Américas de Nueva York junto a John King, profesor de Historia cultural de Latinoamérica y traductor de algunas de las obras de Vargas Llosa, para conversar sobre literatura, cultura y sociedad. El Consejo de las Américas es presidido por Susan Seagal, una buena amiga de la presidente argentina Cristina Kirchner.
En una enumeración de países de la región “verdaderamente democráticos y progresistas”, Vargas Llosa evitó citar a la Argentina y Ecuador, entre otras naciones latinoamericanas.
“¿Por qué cuando habló sobre democracia en Latinoamérica no mencionó a Nicaragua, Ecuador e incluso a la Argentina?”, le preguntó uno de los presentes.
“No mencioné a estos países porque estos países no son verdaderas democracias.
Creo que fui bastante específico con respecto a los países que están desarrollados política y económicamente. Cuba no es una democracia… Venezuela ya no es más una democracia… Nicaragua y Bolivia son semidemocracias, infectadas de populismo y autoritarismo”, respondió Vargas Llosa.
A juicio del Nobel de Literatura, países como Perú, Brasil, Chile, Colombia o Uruguay sí están llevando a cabo políticas acertadas en términos de economía de mercado, lo que conlleva estabilidad institucional y progreso económico.
“No toda América Latina está progresando en el sentido en el que lo mencioné, sino que mencioné países específicos que yo creo que están yendo claramente hacia democracias más perfectas, o menos imperfectas como Chile, Colombia, Perú, mencioné a Uruguay y Brasil”, dijo el escritor peruano.
“En América Central hay países democráticos con democracias imperfectas. Pero si se compara esta Latinoamérica con la Latinoamérica del pasado el progreso es enorme. No lo es si se compara con el ideal, pero hemos logrado una diferencia enorme. La forma en que, por ejemplo, se ha reducido la pobreza extrema en todos los países que mencioné es muy, muy impresionante.”, agregó.
“Por supuesto que estamos muy lejos del ideal, pero mi impresión es que ahora la orientación de latinoamérica es hacia más democracia y hacia una mayor integración con el mundo democrático – dijo. Para Vargas Llosa, “en estos países, estamos viendo la luz al final del túnel, hay esperanza y las cosas mejoran”.
El escritor había hecho declaraciones en el mismo sentido en octubre, en el marco del VI Congreso Internacional de la Lengua Española, celebrado en Panamá.
Recordó que “la mayor parte de los países de América Latina tienen gobiernos civiles, nacidos de elecciones más o menos limpias y hay unos consensos muy amplios a favor de la cultura de la libertad, a favor de economías abiertas, que son las que están trayendo progresos a los países”. Sin embargo, Vargas Llosa advirtió que esos progresos no son homogéneos y que queda mucho por hacer”.
Su charla en Nueva York se centró también en lsu últma novela, publicada en septiembre. La novela narra las historias cruzadas de dos personajes: el humilde emprendedor Felícito Yanaqué, reacio a aceptar el chantaje de la mafia local, e Ismael Carrera, un exitoso empresario que se refugia en el arte y la poesía mientras rechaza los convencionalismos sociales (puede leer el primer capítulo aquí).
- Infobae